Aerolineas: Boeing reduce un 37% sus entregas hasta junio por la crisis del 737 MAX
Boeing ha reducido un 37 por ciento el número de entregas de aviones comerciales en la primera mitad del ejercicio, hasta 239 aviones, debido a la crisis del 737 MAX uno de sus aviones más vendidos, suspendido desde mediados de marzo tras protagonizar dos graves accidentes en apenas cinco meses en Etiopía e Indonesia.
El fabricante estadounidense ha visto reducida de manera dramática el número de entregas de sus aviones desde el pasado marzo, momento en que se desencadenó la mayor crisis de su historia por el veto al 737 MAX, el modelo que más rápido se ha vendido en la historia de Boeing.
En concreto, durante el mes de marzo Boeing realizó un total de 54 entregas, un 40 por ciento menos que las 90 unidades entregadas a clientes el mismo mes de 2018; en abril entregó 23 aeronaves (-47 por ciento) y en mayo 30 (-55,8 por ciento).
Por contra, Airbus ha formalizado 389 entregas de aviones comerciales en el primer semestre, de ellas 315 unidades de pasillo único, según los registros actualizados del consorcio aeronáutico europeo, lo que supone un aumento del 28 por ciento con respecto a los primeros seis meses de 2018.
El veto a operar con el modelo 737 MAX, mantiene también suspendidas las entregas de Boeing de estos aviones, del que no ha recibido ningún pedido formal, si bien IAG, el grupo matriz de Iberia y British Airways, ha firmado con el constructor estadounidense una carta de intención para incorporar 200 aviones 737 MAX a su flota, sujeta a un acuerdo formal entre las partes.
SIN FECHA DE VUELTA AL SERVICIO
La falta de entrega de 737 MAX tendrá un impacto negativo de 1.000 millones de dólares (892 millones de euros) en la previsión de flujo de efectivo de 2019 de Boeing, según un informe el banco norteamericano JP Morgan.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) ha identificado además un nuevo riesgo potencial que Boeing debe abordar en su 737 MAX antes de que el modelo pueda volver a volar, aún sin fecha para ello, detectada durante una prueba de simulador.
La industria aérea mundial ha instado a los reguladores de aviación, en cuyas manos está decidir cuándo se levantará el veto al Boeing 737 MAX, a que coordinen sus acciones de cara a analizar los cambios acometidos por el constructor estadounidense en el software del avión, si bien han reiterado su plena confianza en el sistema.