Aerolineas: Una aerolínea lanza un restaurante para nostálgicos de la comida de avión
Thai Airways reconvierte parte de sus oficinas en un restaurante, con asientos de clase turista y en los que se sirven los mismos menús que en los vuelos
Mientras que los aviones sigan en tierra, las aerolíneas buscan nuevas formas de recuperar sus ingresos. Es el caso de Thai Airways, que ha presentado un restaurante decorado como si fuera un avión en donde se sirven las mismas comidas que en los vuelos.
El restaurante efímero abrió sus puertas en un sector de las oficinas en Bangkok de la aerolínea tailandesa, que actualmente se encuentra en convocatoria de acreedores.
La iniciativa es un éxito: cada día se despachan 2.000 comidas, informa Reuters, y si el entusiasmo de los consumidores no decae la compañía piensa en abrir nuevas experiencias gastronómicas en otros puntos de Tailandia.
Comer como el avión pero en tierra
La idea es que los clientes sientan, al menos en parte, la experiencia de viajar con Thai Airways.
Thai Airways busca alternativas financieras mientras pende un pedido de quiebra sobre su cabeza
En la entrada son recibidos por tripulantes de cabina vestidos con sus uniformes, que apuntan la reserva en tarjetas de embarque que luego los comensales se llevan como recuerdo.
En las mesas se sientan en los mismos asientos de clase turista que tienen en la flota, mientras que los de clase business se usan en los sectores para tomar café.
Decoración temática
Partes de aviones como ventanillas, trozos de fuselaje o piezas de motores se usan como decoración.
Al lado de cada una de ellas un código QR aporta más información sobre su fabricación y uso en los aviones.
El equipo de chefs, liderado por el cocinero japonés Jun Uenishi, es el mismo que prepara el catering de la compañía.
Pero una ventaja es que los platos no son recalentados como en el avión, sino que se elaboran en el momento, como en cualquier restaurante.
Platos muy económicos
Allí uno puede degustar unos pennes a la carbonara (3,40 euros), pasta a la boloñesa (5,10 euros), fideos yakisoba con frutos de mar (4,30 euros) o carne de ternera Kut Tah con arroz (4,86 euros). De postre, se sugiere el pastel de mango (3,21 euros).
Las porciones -como en cualquier vuelo- son pequeñas, pero los platos son muy baratos
Si sorprende sus bajos precios, cabe aclarar que esto es lo que cobra la empresa de catering a la aerolínea por cada comida servida al pasajero.
De todas maneras, como suele suceder en el servicio a bordo, las porciones no son muy grandes; por lo que en la cocina tailandesa es tradición pedir varios platos pequeños para crear un interesante carrusel de sabores.
Repetir el éxito
La aerolínea había lanzado una iniciativa similar en el aeropuerto de Phuket, uno de los principales puntos turísticos de Tailandia, durante junio y julio.
Allí fueron destinados los chefs que preparan los platos para la primera clase, y el éxito les llevó a repetir la experiencia en las oficinas de Bangkok.
En búsqueda de ideas
Esta idea se suma a otras propuestas que buscan una solución a la grave crisis financiera de las aerolínea.
Por ejemplo, Qantas ha puesto a la venta cajas con pijamas y kits de amenities que se entregan en las categorías superiores; All Nippon Airways, Eva Airways y Starlux Airways realizaron vuelos circulares sin destino de llegada, y Air Asia Group puso a la venta por Amazon los stocks de frutas y verduras que no podrán usar por el recorte en los vuelos.