Destinada a mostrar la historia y el arte de esta región de China, esta singular estructura se inspira en las ondulantes dunas de arena que rodean la ciudad.
La ciudad china de Ordos, erigida de la nada en 2001 en el desierto de Muu Us, cuenta con un novedoso museo dedicado a revivir el pasado de la región china de Mongolia Interior en la que se halla. La firma asiática de arquitectos MAD que lo diseñó pretendía conjugar la arquitectura contemporánea y el paisaje colindante, una simbiosis entre el cemento de los edificios y la arena del desierto, en reacción a la estricta geometría del plan maestro de la ciudad. El resultado es una estructura amorfa, con cubierta curvilínea e irregular, firmemente anclada en el suelo, que parece haber aterrizado sobre la tierra.
La carcasa está formada por una capa de malla de acero y otra de lamas de metal pulido, con dos claraboyas que proporcionan una iluminación natural en el interior. La concha encierra seis niveles de paredes blancas con amplios orificios que comunican las estancias. Al entrar, toda lógica cambia, los espacios asombran por la altura, la superficie sinuosa, los agujeros que parecen doblados hacia arriba y los tragaluces que modelan la luz que fluye hacia el suelo. El público entra para deleitarse con el edificio y para apreciar los tesoros etnográficos expuestos, con piezas desde el siglo III a.C. a la actualidad.