España: 12 playas de cine en la Costa de España
El Cantábrico, el Mediterráneo y un pedacito del Atlántico bañan las costas españolas y crean playas de película
PLAYA DE ANDRÍN, ASTURIAS – EL ORFANATO
Parece que el fuerte oleaje y las corrientes imprevisibles de esta playa ya anticipaban la tormentosa historia de terror que ambientó en la zona Juan Antonio Bayona en su opera prima. Entre sus escarpados acantilados se fue a esconder Tomás, el niño sobre el que gira todo la trama de El orfanato. Sin embargo, la playa de Andrín es un paraje natural de gran belleza y, simplemente con un poco de precaución, se puede disfrutar de este rincón poco masificado de la costa asturiana.
PLAYAS DE SES ILLETES, FORMENTERA – LUCÍA Y EL SEXO
La más pequeña de las Islas Baleares habitadas es un paraíso de aguas transparentes, algo que sabía Julio Médem cuando la escogió en 2001 para rodar Lucía y el sexo, una de sus películas más aclamadas. Lucía –Paz Vega– deambula por una isla soñada reconvertida en un plató al descubierto. La playa de Ses Illetes es un entorno ideal para desconectar bajo el sol junto a una de las aguas más calmadas y limpias del Mediterráneo.
PLAYA DE FAMARA, LANZAROTE – LOS ABRAZOS ROTOS
Con las caprichosas idas y venidas de la marea transformando el entorno, la majestuosa playa de Famara, en Lanzarote, ofrece imágenes de lo más espectacular. En este paisaje de aspecto antediluviano pasearon su amor Penélope Cruz y Lluís Homar en Los abrazos rotos, de Pedro Almodóvar. Con las paredes volcánicas de la Peña del Chache a la espalda, que cobijan a los visitantes que se acercan a disfrutar de la playa, y el archipiélago Chinijo en el horizonte, el lugar regala bellos atardeceres moteados por halcones y águilas pescadoras, habitantes habituales de la playa.
AS FURNAS, GALICIA – MAR ADENTRO
“Mar adentro, mar adentro. / Y en la ingravidez del fondo / donde se cumplen los sueños / se juntan dos voluntades / para cumplir un deseo.” Con estos versos de Ramón Sampedro –recitados por Javier Bardem– termina el film Mar adentro, de Alejandro Amenábar. El argumento es la historia real del autor del poema y su lucha por conseguir una muerte digna después de haber quedado tetrapléjico al tirarse de cabeza desde una roca en la playa de As Furnas, Galicia. Por supuesto, este precioso arenal de A Coruña, que cuenta con algunas pozas creadas por las rocas, fue una de las localizaciones para la película.
PLAYA DE JANDÍA, FUERTEVENTURA – HAN SOLO (STAR WARS)
La península de Jandía, al sur de la isla canaria de Fuerteventura, es casi toda ella una playa sin fin. Las rocas volcánicas y las aguas cristalinas que caracterizan esta zona han sido el escenario escogido para dar vida al pueblo natal de Han Solo, uno de los protagonistas de la saga Star Wars. Más concretamente, la presencia de Jandía en las cámaras ha tenido lugar en la última película derivada de la saga llamada Han Solo, en la que mediante un flashback conocemos los orígenes de este popular personaje.
PLAYA DE LA CALETA, CÁDIZ – MUERE OTRO DÍA (JAMES BOND)
¿Cómo rodar una película en La Habana sin pisar Cuba? Fácil: instalando el set de rodaje en Cádiz. El parecido razonable entre ambas ciudades llevó al director Lee Tamahori y a Pierce Brosnan a conocer de primera mano la playa de la Caleta, en Cádiz, de cuyas aguas James Bond vería emerger a Jacinta Johnson –Halle Berry–, su compañera de aventuras en este film. Los castillos de Santa Catalina y San Sebastián delimitan la playa más popular de Cádiz, situada a pie de ciudad.
EL ALGARROBICO, ALMERÍA – LAWRENCE DE ARABIA
Lawrence de Arabia –interpretado por el actor Peter O’Toole– cabalga hacia el horizonte levantando una densa nube de polvo en el desierto de… ¿Arabia? No, en la playa del Algarrobico del Parque Natural del Cabo de Gata, Almería. Los alrededores de este gran arenal fueron transformados para dar vida a la ficticia ciudad de Aqaba, que daría lugar a algunas de las escenas más míticas de la historia del cine. Esta playa completamente aislada y virgen es un santuario semi-salvaje de belleza natural.
LAS CANTERAS, GRAN CANARIA – MOBY DICK
Una de cine clásico con el irrepetible Gregory Peck. Después de haber rodado Vacaciones en Roma con Audrey Hepburn, el galán de Hollywood se desplazó a Gran Canaria para dar vida al capitán Ahab y a su eterna lucha contra la gran ballena blanca en Moby Dick. Muchas de las escenas de esta película fueron rodadas en las aguas de la playa de las Canteras, una alargada lengua de arena junto a Las Palmas de Gran Canaria, localidad que se vio totalmente revolucionada cuando en 1954 se instaló allí todo el equipo de rodaje.
PLAYA DE SOTAVENTO, FUERTEVENTURA – EXODUS
El Mar Rojo, cuyas aguas simula separar el Moisés de Ridley Scott en Exodus, es en realidad la playa de Sotavento, en la península de Jandía. De nuevo, las playas de las Islas Canarias se convirtieron en un plató al aire libre, en este caso para recrear el relato bíblico de la liberación del pueblo hebreo del yugo egipcio durante el rodaje que tuvo lugar en 2013. Sotavento es una de las playas más populares de la isla debido a la poca profundidad de sus aguas, puesto que permite practicar todo tipo de deportes acuáticos.
PLAYA DE COMILLAS, CANTABRIA – PRIMOS
Un trío de primos regresa a Comillas, el pueblo de su infancia, para dejar atrás la boda fallida de uno de ellos y recuperar un amor de juventud. Daniel Sánchez Arévalo, el director de Primos, escogió este pueblo y su playa como telón de fondo para una historia de amor con grandes dosis de humor entre los dos protagonistas. El encanto de este rincón cántabro y su playa vive su máximo esplendor en verano, cuando las aguas del mar Cantábrico aseguran a los visitantes un baño bien refrescante.
PLAYA DE VALDEVAQUEROS, TARIFA – EL CAPITÁN ALATRISTE
Las aventuras del capitán Alatriste fueron ficcionadas por Arturo Pérez Reverte en una novela y llevadas al cine por Agustín Díaz Yáñez. El famoso actor protagonista, Viggo Mortensen, conoció en primera persona la playa de Valdevaqueros, en la provincia de Cádiz, entre cuyas dunas se rodaron algunas de las escenas. Sus más de cuatro kilómetros de arena por 100 metros de ancho la convierten en un lugar ideal para combatir el calor andaluz del verano. Y si sopla el viento, se convierte también un punto de referencia para los amantes del surf.