Teatro de Seda: así es el edificio que se ondula como un pañuelo
El Guangzhou Yue Show Theatre envuelve un auditorio de 2.000 asientos en suaves pliegues que recuerdan la textura y el brillo de la seda china
Que China vive un apasionado romance con la arquitectura de vanguardia está fuera de toda duda. Zaha Hadid, Foster+Partners, Mad, Herzog & de Meuron y Ole Scheeren son solo algunos de los grandes nombres tras algunos de los edificios más audaces del mundo, ubicados en Pekín, Shanghái o los delta de los ríos de las Perlas y Yangtze.
A medida que sus ciudades crecen, se crean imponentes óperas, teatros, puentes, rascacielos, torres y complejos deportivos, algunos con formas casi imposibles de arco o loops infinitos como los retratados por la lente del fotógrafo Kris Provoost en su libro “China embellecida: la revolución arquitectónica”, publicado por la editorial Lannoo.
Vanguardia con un toque de tradición
“China es un país que usa a la arquitectura para transformarse en si misma”, describe Provoost. Y, todo, a escala gigante, aunque también con una mirada a su tradición y su historia.
Guangzhou, la tercera ciudad más grande del país, es buena muestra de ello. En su particular portfolio de arquitectura vanguardista cuenta con edificios como la Ópera diseñada por Zaha Hadid, el Museo de Guangzhou con forma de caja o el icónico rascacielos de la torre de televisión, con una estilizada forma de reloj de arena.
Su ondulante cubierta, realizada con placas de aluminio anodizado, reproduce diferentes tonalidades de rojos y dorados, los más frecuentes en las sedas chinas
En pocos meses se inaugurará el que será su nuevo hito, el Guangzhou Yue Show Theatre, un nuevo teatro con capacidad para 2.000 espectadores que espera abrir sus puertas a finales de este mismo año.
Diseñado por Steven Chilton Architects, el concepto se inspira en la seda china, un tejido conocido por su exquisita textura pero también su determinante peso histórico, hasta el punto de ser impulsora del comercio y las comunicaciones entre Asia y Europa a través de la mítica Ruta de la Seda.
Guangzhou Yue Show Theatre
Así, como una gigantesca pieza de seda, el nuevo edificio curva su estructura en forma de pliegues suavemente curvados que evocan el drapeado y la textura de este tejido.
Las espectaculares entradas al edificio siguen una línea de continuidad con la seda que se derrama por la cubierta, de forma que parecen plegarse para unir sus bordes exteriores.
La superficie está revestida por una pantalla de paneles planos y de una sola curva de aluminio anodizado perforado que se sostienen por una red de rieles de acero pintado y que, de nuevo, ahondan en la sensación de seda gracias a su brillo y textura.
Dorado y rojo
De intensa tonalidad roja, aunque con una variedad de tonos y texturas, la superficie logra transmitir profundidad y riqueza, y que varían de color a medida que sus diferentes pliegues son alcanzados por la luz solar o quedan en sombra. La zona orientada al sur está compuesta por paneles de aluminio de color dorado para enfatizar esos reflejos que, además, integran los dos colores, rojo y dorado, más frecuentes en las prendas de seda chinas, tanto clásicas como actuales.
Según el arquitecto Steven Chilton, “El rojo se corresponde con el fuego en la cultura china y simboliza, entre otras cosas, buena fortuna, celebración, dinamismo y alegría”. Son, a su juicio, valores que casan bien con “el espíritu y los valores del teatro y la esencia de los espectáculos”.
En el interior, un auditorio principal circular se ubicará en el centro del edificio con espacios complementarios dispuestos a su alrededor, incluido un gran vestíbulo de entrada de triple altura.