Curiosidades: Así es la librería china que parece una fantasía de Escher.
La cadena Zhongshuge invita a entrar en un mundo mágico de libros entre escaleras y espejos que crean un efecto surrealista
Libros de suelo a techo, baldosas negras que reflejan las estanterías y espejos en el techo que multiplican los espacios. Si entrar en una librería depara siempre emoción para un aficionado a las palabras y las historias impresas, hacerlo en una auténtica obra de arte es un nivel superior de placer. Y es justamente lo que sucede al atravesar las puertas de cristal de Zhongshuge en la ciudad china de Dujiangyan.
La compañía ha apostado de nuevo por el estudio Shanghai X + Living con sede en Shanghái para diseñar su nuevo templo de literatura que, de nuevo, se propone envolver al cliente en un entorno onírico que recuerda las fantasías de M. C. Escher.
Como un cuadro de M. C. Escher
Las figuras imposibles, teselados y mundos imaginarios que ideó el artista neerlandés cobran vida (y tres dimensiones) en este espacio que alberga nada menos que 80.000 volúmenes en la provincia de Sichuan, al suroeste de China.
La creadora del estudio, Li Xiang, explica a Tendencias que fueron la historia de la ciudad, que cuenta con 2.000 años de vida, y su ubicación, las principales inspiraciones de un interiorismo tan espectacular.
“El famoso escritor Yu Qiuyu escribió una vez: Su agua se infiltra y se extiende; su civilización es una especie de vida espiritual”. Se refería a Dujiangyan. Rodeada de montañas y ríos, la ciudad ha desarrollado diferentes proyectos en torno al agua desde la antigüedad. “La inspiración vino de la magnífica presa de Dujiangyan”, apunta Li. “Se puede decir que las estanterías son como una enorme muralla construida con cultura histórica”.
Entrar en un mundo mágico
El ‘efecto WOW’ se produce ya al franquear la entrada. Estanterías en forma de C de nogal en color natural aparecen ante los ojos en una secuencia aparentemente irregular que construye un espacio íntimo y que encuentra su punto culminante en el vestíbulo, de altísimos techos. Se camina bajo arcos repletos de libros que se extienden por todo el espacio y colonizan las columnas, que captan ingeniosamente la atención y dirigen los pasos. “Bajo el efecto del techo de espejo, la escalera en el área central es como una escalera directa al cielo”, apunta Li. “Hemos trasladado el paisaje local al espacio interior”.
Ancladas en el suelo de brillantes baldosas negras, las mesas de libros parecen barcos sobre un lago, que descansan tranquilas entre las esculturales estanterías. Al ascender por las escaleras, las estanterías siguen ofreciendo libros. En los lugares a los que no se puede acceder, los libros reales son sustituidos por vinilos que reproducen también volúmenes. Los huecos en las estanterías dejan a la vista los diferentes espacios de la tienda y ahondan esa sensación de estar en un grabado de M. C. Escher.
Otro elemento clave es la iluminación. “Diseñamos cinturones de luz en cada estante para crear un buen efecto de luz” que mientras genera impacto visual facilita la búsqueda de títulos en las baldas.
Una tarde en la librería
En el primer piso, una cafetería invita a disfrutar de la lectura con una taza de humeante café. También un área infantil inspirado, en este caso, en un bosque de bambú, que llena de color las estanterías, por la que trepan otros de los más adorables animales de Sichuan, los pandas.
Coloridos cojines se apilan forman do colinas, creando una atmósfera de lectura agradable para los más pequeños, que pueden sentarse relajadamente a leer.
También hay espacios para reunirse o trabajar y que, según Li, “ya sea que para pasar una tarde o simplemente echar un vistazo, Zhongshuge ofrece un espacio muy bello diseñado para inspirar y crear valor”.
“Aquí vemos una ciudad”, concluye, “escuchamos el diálogo entre cultura y sabiduría, interpretamos los pensamientos condensados en el contexto histórico, experimentamos los sentimientos ancestrales con un sabor poético y realizamos la imagen del sueño escondida en la mente”.