Su centro peatonal guarda calles y plazas cuajadas de esculturas y sidrerías. La visita a Santa María del Naranco completa la visita.
Monumentos, estatuas y sidrerías se despliegan en el pétreo casco antiguo de Oviedo, una ciudad que mira al futuro sin perder su carácter señorial y manteniendo la memoria literaria que le ha dado fama. En el centro se pueden contemplar un centenar de esculturas de personajes vinculados al arte y la historia local, como La Regenta de la novela de Clarín, ubicada en la plaza de Alfonso II donde se erige la Catedral. Muy cerca destacan el Palacio de Velarde, sede del Museo de Bellas Artes, y el Convento de San Vicente, que aloja el Arqueológico.
Oviedo reúne plazoletas encantadoras como la medieval Trascorrales, llena de mesones y sidrerías, y la de Fontán, con el mercado de 1885, de hierro y cristal. También disfruta de una activa vida cultural, en la que destaca en otoño la entrega del Premio Princesa de Asturias en el neoclásico Teatro Campoamor. Woody Allen, que lo recibió en 2002, tiene una estatua frente a la histórica pastelería La Mallorquina.
Santa María del Naranco, antiguo palacio de Ramiro I, protegido por la Unesco junto a otros edificios prerrománicos, pone la guinda a la visita.