Mónaco: El circuito Incandescente
Porque este Principado brilla, también, cuando no alberga un Gran Premio.
MÁS DE 50 AÑOS DE MITO
Son ya 65 los Grandes Premios de F1 vividos en Mónaco desde que aquel 21 de mayo de 1950 Juan Manuel Fangio con Alfa Romeo se impusiera en el primer GP de Mónaco, 65 GP que han convertido al Principado en una referencia obligada para los amantes del mundo del motor, ya sea durante el fin de semana de carreras como el resto del año. Porque año tras año la magia que envuelve a esta Gran Premio se ha mantenido inalterada alimentando el glamour que rezuma el Principado por los cuatro costados.
A PIE DE CURVA
Más allá de esta semana de locura, Mónaco recupera su pulso habitual haciendo posible circular por parte del circuito de Fórmula 1, todo un aliciente para los amantes del mundo del motor y para todos aquellos que buscan un aliciente más en su visita a Mónaco. Será el momento de pasar por escenarios míticos como la curva Grand Hotel, el viraje más cerrado de todo el calendario de la F1 y que obliga a modificar la dirección de los monoplazas para poder girar. Pero ya sea en coche o en moto no habrá ningún problema para tomar esta curva y seguir parte de este trazado. Eso sí, con mucha tranquilidad porque Mónaco también es conocido por la densidad de su tráfico. Además, las parte de las calles que dibujan el circuito de F1 son de doble sentido durante el resto del año.
EL TUNEL MÁS FAMOSO DEL MUNDIAL
Circular por el túnel donde los monoplazas de F1 pasan gas a fondo hacia la bajada que lleva a la Chicane para después encarar la curva Tabac resulta una experiencia de lo más reveladora del talento y el riesgo que corren los pilotos, y también de la épica de ganar el GP de Mónaco. Llegado el momento, parar en el puerto a tomar un café en una de sus terrazas permite disfrutar de las vistas del Principado y dejarse embrujar por su magia.
UNA NOCHE MUY F1
Si a uno la noche le confunde no tendrá problemas para descubrir la vida nocturna de Mónaco con bares de copas emblemáticos como el Zelo’s, el Stars n’Bars, Buddha-Bar Montecarlo y Le Bar Américain. De hecho, la visita al Stars ‘N’ Bar, en el mismo es obligada, ya se de día a comer o tomar un café o de noche a cenar o trasnochar en el puerto. Y es que se trata de un bar temático de deportes, situado en el Puerto Antiguo o Puerto Hércules, donde el mundo del motor toma un papel protagonista con la presencia de cascos, monos de pilotos de F1 expuestos en vitrinas e incluso el McLaren de Mika Hakkinen de la pared. Todo un espectáculo del que merece la pena disfrutar.
LA CIUDAD DESDE FONTVIEILLE
Una vez en el Principado, el Museo Oceanográfico y un paseo por la zona de Monaco-Ville, el Peñón, donde se construyó este Museo, para conocer de cercala fortaleza del siglo XVIII Fort Saint Antoine, son un buen plan después de visitar la Colección de automóviles de S.A.S. Príncipe de Mónaco, situada en las Terrazas de Fontvieille, o de hacerse una foto junto a la estatua dedicada al cinco veces campeón del mundo de F1 Juan Manuel Fangio. Porque repartidas por el mundo hay cinco estatuas más e idéntica a estas, a saber, en Puerto Madero (Buenos Aires), Circuit de Barcelona-Catalunya (Montmeló, España), Nürburgring (Alemania), Stuttgart (Alemania) y Monza (Italia).
CIRCUITO TODO EL AÑO
Con todo, Mónaco tiene mucho juego. Da igual que sea de paso como pernoctando en el propio Principado. Que duda cabe que para los amantes del mundo del motor estar en Montecarlo durante el Gran Premio es una experiencia única. Pero también los es poder circular por parte del circuito de F1 el resto del año sobre el mismo escenario de carreras y gestas épicas como las protagonizadas por el inmortal Ayrton Senna, el ‘Rey de Mónaco’ con seis victorias en el Principado. Pero esta ya es otra historia.