Es famosa la afición que los japoneses tienen por parques y jardines de todo tipo. La perfección en el detalle y mimo con el que los cuidan alcanza como resultado altas dosis de belleza. No en vano, muchos jardines famosos en el mundo se encuentran en Japón. Es el caso de este ubicado cerca a la costa del litoral del Océano Pacífico, en la ciudad de Hitachinaka.
En sus cerca de 190 hectáreas se encuentra una enorme colección de flores que florecen de acuerdo con las estaciones del año. Un millón de narcisos, 170 variedades de tulipanes, azafranes que explotan en color durante la primavera. También hay miles de kochia y cosmos que aparecen en otoño, brassica campestris, campanula punctata, rosa rugosa…
Pero la especie que hace famosa al parque es la nemophila, popularmente conocidas como «ojos de bebé». Con cinco pétalos en forma de campana o platillo, florecen en la colina Miharashi a finales de la primavera y principios del verano. Durante esos días, los visitantes del Parque Costero Hitachi vistos de lejos parecen andar sobre una gran y mullida nube azul.