En las aguas de este lago del archipiélago de Palaos, cerca de Filipinas, llegaron a habitar hasta 13 millones de medusas que sólo existen aquí. Se trata de las Mastigias papua etpisoni, una especie de medusa única en el mundo e inofensiva para el ser humano. Estos animales de cuerpo gelatinoso entraron por un pequeño conducto submarino que conectaba la laguna con el Océano Índico, hoy cerrado de forma natural.
La población de esta subespecie creció exponencialmente, aunque su ascenso fue tan inusual como su declive. Tanto fue así que en 2005, el efecto del cambio climático y la acción del hombre diezmaron los grupos hasta rozar su extinción obligando a las autoridades de Palaos a cerrar el lago al público. En la actualidad, el lago ha vuelto a recibir visitas aunque no se permiten las inmersiones profundas ni el uso de cremas solares, pues sus componentes son dañinos para el ecosistema.