Cuenta la mitología nórdica, que unos seres que se alimentan de piedras habitan las montañas y los bosques de toda Noruega. Salen por la noche, secuestran a las mujeres más bellas y con la llegada de las primeras luces, se esconden a plena vista, mimetizándose con el entorno de tal manera que nadie consigue echarles mano. Quizás la piedra -de este tipo- más famosa sea el Trolltunga, que significa lengua de troll.
Una lengua rocosa que mira al vacío a 700 metros de altura. Los vientos suelen soplar con gran fuerza, dejando caer pequeñas piedras por el desfiladero hasta caer en el valle, coronado por el Lago Ringedalsvatnet. Aunque las vistas son espectaculares, llegar hasta este punto requiere de una caminata de más de 20 kilómetros con zonas de fuertes desniveles.