Grandes Reportajes: Parque Nacional de Ordesa
Hace 100 años que protege los circos glaciares, bosques y cañones más espectaculares del Pirineo occidental.
Mucho antes de que los senderistas, escaladores y barranquistas recorrieran los valles, cañones y collados en torno al Monte Perdido, esta era una tierra frecuentada por ganaderos, peregrinos, mercaderes y también contrabandistas que vivían haciendo equilibrios entre un lado y otro de la frontera. De hecho, los romanos ya utilizaban el puerto de Bujaruelo (2.200 m) para comunicar Huesca y Toulouse, y en la Edad Media el collado fue un paso de cobro aduanero del Reino de Aragón.
En este dominio de roca los bosques abarcan importantes extensiones. La arboleda de Turieto Bajo, que une Torla con la Pradera de Ordesa, es una masa forestal en la que además de zorros, ardillas y jabalís habitan especies endémicas como el tritón pirenaico (Calotriton asper) y la rana pirenaica (Rana pyrenaica), que fue descubierta en este parque en 1992.
En el sector de Añisclo el agua ha modelado parajes asombrosos. Se puede llegar desde Ordesa por la HU-631, y parar en los pueblos de Torla o Broto para comprar provisiones. En la zona elaboran pastillos de calabaza, guirlache y galletas que ayudan a recuperar fuerzas tras un día de caminata. Añisclo es una hendidura profunda y vertical labrada por el hielo y la fuerza del río Bellós. En su parte inferior avanza una estrecha carretera que en épocas de mucha afluencia solo es transitable en sentido norte. Se le conoce como el Desfiladero de las Cambras y se puede recorrer en coche hasta el aparcamiento de San Úrbez, para después seguir a pie hasta la cueva-ermita de mismo nombre. La historia de este lugar se remonta al siglo VIII cuando el eremita francés Urbicio estableció su retiro en una oquedad del cañón de Añisclo. Hoy la gruta sigue siendo un lugar de peregrinación y de romerías.
Desde Añisclo hay que llegar al pueblo de Escalona, y allí tomar la carretera que asciende hasta Escuaín. Este sector del parque destaca por su perfil agreste, encajado en una garganta fluvial más angosta y vertical que la de Añisclo. Sus paredes calizas esconden simas, barrancos y surgencias de agua.
Mientras que las botas de montaña y mochilas dominan el paisaje humano en otros sectores, los trajes de neopreno y las cuerdas son el complemento recurrente en Escuaín. Y es que su garganta y el barranco de Mirabal se consideran entre los mejores del Pirineo para la iniciación al barranquismo
Los que prefieren mantenerse en seco, pueden escoger entre multitud de caminatas. La del Puente de los Mallos parte de Escuaín y pasa junto a esas formaciones monolíticas que en Aragón se conocen como mallos. Sus paredes son un área de nidificación de rapaces y buitres como el quebrantahuesos, que pueden contemplarse desde un observatorio de aves.
Hay que regresar a Escalona para tomar la A-138 que, pasando por Bielsa, accede al sector de Pineta. Esta zona presume de tener las fuentes del Cinca, el río oscense por excelencia. En su camino hasta unirse al Segre, el Cinca se alimenta de afluentes, se esconde en algún tramo y logra superar desniveles de salto en salto, como en la cascada de Pineta, que se descuelga por la pared del circo homónimo. La excursión para verla parte del Centro de Interpretación del Parque Nacional y en su primer tramo discurre entre abedules, hayas y avellanos cuyas hojas se visten de colores cálidos en otoño. Como telón de fondo de Pineta, cumbres imponentes y omnipresentes, como las del Monte Perdido a la cabeza, el macizo calcáreo más alto de Europa, incluido en la Reserva de la Biosfera transfronteriza Ordesa-Viñamala.
Circo de Soaso – Ordesa
Desde la Pradera de Ordena, una excursión de algo más de 5 horas alcanza la cascada Cola de Caballo.
Senda de los Cazadores – Ordesa
Gradas de Soaso
Desde que brota del glaciar del Monte Perdido, el río Arazas se abre camino por El Valle de Ordena superando varios tramos de saltos de agua.
Zorro – Ordesa
Rana pirenaica – Ordesa
Torla-Ordesa
La puerta al Parque Nacional de Ordena se asienta bajo el macizo de Mondarruego (2848 m). La población es el inicio de las rutas que se dirigen al valle del Bujaruelo y al de Ordena.
Puente de Bujaruelo
Su construcción en el siglo XIII fue vital para la ruta comercial y peregrina que comunicaba Ordena con Francia.
Ruta de las Cascadas
Partiendo de la Pradera de Ordena, una caminata circular y llana de 7,5 km conduce a los saltos de agua de Arripas, la Cueva y el Estrecho.