Aventura: Viajes donde la aventura está asegurada
Para aquellos que no tienen miedo a nada, en estos viajes de aventura el aburrimiento se queda en casa
Para huir del tedio del día a día no son pocos aquellos que buscan experiencias diferentes, y sobre todo emocionantes, que vivir en vacaciones o en sus días libres. Cerca o lejos de casa, el objetivo es encontrar esa actividad que hace que se nos dispare la adrenalina provocando sensaciones únicas que querremos volver a sentir una y otra vez. El riesgo, el miedo y la incertidumbre que se siente cuando se deja a un lado nuestra zona de confort pueden llegar a provocar tal adicción que las vacaciones ya no serán lo mismo sin estas sensaciones.
No nos referimos a montar a caballo, rutas en 4×4 o rutas de senderismo. De lo que estamos hablando es de este tipo de actividades pero llevadas al extremo: nadar con tiburones blancos, mirar a los ojos del Diablo en la piscina más peligrosa del mundo o sentirse una catapulta humana son solo algunos ejemplos. Si eres adicto a la adrenalina y la emoción es tu motor de vida, estas actividades no te defraudarán.
Sobre las aguas en Pakistán
A 2.600 metros de altitud, en la región de Gilgit-Baltistán y rodeado por la cordillera del Himalaya es donde se encuentra el que muchos califican como el puente más peligroso del mundo. Sobre las aguas del río Hunza, al norte de Pakistán, el puente de Hussaini es la única conexión de esta zona rural con las grandes ciudades del país. Cruzarlo no es la acción más segura del mundo ya que la falta de tablones y las intensas rachas de viento, convierten su cruce en toda una aventura.
Nadar con tiburones blancos en Sudáfrica
Según los estudios, este pez lleva surcando los mares la friolera de 16 millones de años, desde el Mioceno. Pariente del Megalodon, este tiburón tiene la fama infundada de ser uno de los más mortíferos y peligrosos, pues en una sola mordedura puede llegar a ejercer una fuerza de 12 a 24 toneladas. Pero lo cierto es que los ataques a seres humanos de este tiburón son muy escasos. En Sudáfrica, desde el puerto de Gansbaai, numerosas agencias locales ofrecen excursiones para avistar tiburones blancos desde la cubierta del barco o desde el agua, en jaulas metálicas. Es esta última opción la que dispara la adrenalina. Y es que ver las fauces de un inmenso tiburón blanco a menos de un metro dispara las pulsaciones de cualquiera. La mejor época para verlos es durante el invierno austral, de junio a septiembre.
Nadando en el abismo
La que probablemente es la piscina natural más peligrosa del mundo lleva por nombre la “Piscina del Diablo”. Ubicada en el río Zambeze, en la cima de la Cataratas Victoria, una de sus paredes limita directamente con un abismo de más 100 metros de altura, por lo que un traspiés puede hacer que al bañista caiga por una de las cataratas más impresionantes del mundo. El baño en la «Piscina del Diablo»solo está permitido durante la época seca, de septiembre a diciembre, pues durante la época de lluvias, la corriente de agua es demasiado fuerte y abundante.
Los Alpes desde el vacío
En el pico Aiguille du Midi de los Alpes Franceses es donde nos encontramos con el “Step into the Void”, una atracción que invita a caminar sobre el vacío. Esta instalación consiste en una habitación construida completamente en cristal, tanto paredes como techo y suelo, a 3.842 metros de altura por lo que quien se meta en ella tendrá la sensación de estás volando sobre las montañas de los Alpes pues ofrece unas vistas panorámicas de 360º sobre toda la cadena montañosa. El acceso se realiza en teleférico desde Chamonix.
El estrecho más peligroso
Saltstraumen es el nombre de uno de los estrechos más peligrosos del mundo. Entre las islas de Straumen y Straumøya, en Noruega, su peligrosidad radica en los remolinos que aquí se generan, que pueden llegar a alcanzar los 10 metros de diámetro y hasta los 5 metros de profundidad. Estos remolinos se forman por la acción de las mareas. Y es que cuando esta asciende o desciende provoca que hasta 400 millones de metros cúbicos de agua pasen por un estrecho de 3 km de largo por 150 m de ancho a una velocidad de hasta 40 km/h. Toda esta fuerza se puede sentir en lanchas rápidas que acercan a los más curiosos hasta el mismo centro del estrecho.
El bungy jump más alto del mundo
Lanzarse al vacío con la única seguridad de una goma elástica atada a los pies no es una actividad apta para todos los públicos. Si además, este salto tiene una altura de más de 200 metros de altura y toda una ciudad a los pies, la experiencia incrementa los niveles de adrenalina por 100. Esto es lo que propone la Torre Macao (Macao, China), un salto de 233 metros de altura, que se autodenomina el salto comercial más alto del mundo. Y es que, para ser rigurosos, el salto más alto del mundo se ubica en Puente Royal Gorge, en Colorado (EE.UU.), a 321 metros de altura, pero no es comercial, tan sólo se ha podido saltar desde este puente en dos ocasiones: 2005 y 2007.