Grandes Reportajes: Ciudades imprescindibles para un viaje distinto en 2019
Comienza un año nuevo y con él os traemos 10 ciudades a las que viajar diferentes de las habituales y que prometen unas vacaciones de lo más sorprendente
Hay quien lo llama destinos emergentes; quien se decanta por decir de ellos que son “nuevos”. Pero ni una cosa ni otra, las ciudades que os proponemos no se han movido de su sitio desde hace -algunos- miles de años. Lo que sí es cierto es no son destinos turísticos al uso. No están en la lista de lugares en los que primero pensamos a la hora de elegir vacaciones cada año. Y es esto precisamente lo que hace de ellos lugares perfectos para viajar en 2019.
Destinos como Kansas City o San Salvador son lugares en los que no encontrarás hordas de turistas, lo que los convierte en aún más apetecibles. Estos destinos, y los demás que os proponemos, no han perdido ni un ápice de su encanto tradicional porque no han sucumbido a las grandes masas, no tienen en el turismo el principal motor de su economía y, por tanto, el día a día de sus habitantes es muy diferente. Son destinos que atrapan al visitante y que no decepcionan ni un ápice.
Estas ciudades hay que conocerlas antes de que se llenen de turistas, así que ¡corre y vete a hacer las maletas!
Dakar
La capital de Senegal se hizo famosa gracias al rally París-Dakar, que unía ambas ciudades y que se trasladó en 2009 a América del Sur por amenazas terroristas. Hasta ese año, los participantes llegaban hasta una ciudad única, hasta la puerta de África Occidental. Situada en la costa atlántica, en la península de Cabo Verde, Dakar fue capital de las colonias francesas en el África Occidental desde 1902 hasta los años 60 del siglo XX. Fundada en torno a un fuerte francés, esta ciudad tiene playas paradisíacas, reservas animales y ¡hasta un lago rosa! Pero, sin duda, el lugar que nadie se puede perder en la isla de Gorea.
Declarada Patrimonio de la Humanidad, la isla de Gorea fue durante más de tres siglos el mercado de esclavos más importante del mundo. Ese mercado enviaba a los esclavos africanos hacia América, hacia lo que hoy es Estados Unidos, Brasil y Caribe desde 1536 hasta 1848, cuando Francia abolió la esclavitud.
San Salvador
Capital de El Salvador, esta es probablemente una de las ciudades más desconocidas de América. La que fuera una de las primeras ciudades fundada por los españoles en Centroamérica es hoy la ciudad más dinámica de “El Pulgarcito de América”, como se conoce a El Salvador por su pequeño tamaño. San Salvador es café, es naturaleza y es historia, una historia que se empieza a narrar en la Plaza de la Libertad, una de las principales de la ciudad y con un origen que se remonta 400 años. En sus alrededores se ubicaba antaño las instituciones públicas y religiosas del país y en su centro se levanta el “Ángel de la Libertad”, estatua que conmemora la independencia del país.
Otros lugares de San Salvador son la Catedral de San Salvador, en cuyo interior se ubica la cripta Monseñor Romero, ejemplo en la lucha a favor de los derechos humanos; la Iglesia del Rosario, peculiar por haber sido construida en forma de arco; las plazas Gerardo Barrios y Salvador del Mundo, lugares de reunión de los salvadoreños; el Palacio Nacional, construido para albergar a los Estados de Poder (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) pero que hoy acoge al Archivo General de la Nación; y el Teatro Nacional, el primero de Centroamérica.
Kansas City
La ciudad más grande del estado de Misuri se ubica en la frontera con el estado de Kansas, en la confluencia de los ríos Kansas y Misuri y se la conoce como la capital de la barbacoa y del jazz. De la primera hay que decir que en Kansas se tiene un estilo propio de cocinar la carne en barbacoa y que sus calles están repletas de restaurantes en los que la sirven. En cuanto al jazz, Kansas desarrolló entre los años 20 y 30 su propio sonido, un estilo de transición entre el blues y el swing que marcó el comienzo del Bebop en Estados Unidos. Kansas es, por tanto, una de las cunas del jazz junto a Nueva Orleans, Filadelfia, Chicago o Nueva York.
Entre sus museos y atracciones llama la atención el Museo Nelson-Atkins, con pinturas con pinturas de artistas como Caravaggio, Rembrandt, Van Gogh y Kandinsky.
Matera
Al sur de Italia, la ciudad de Matera es una ciudad nacida de la piedra. Su centro histórico, conocido como “Sassi” está, literalmente, excavado sobre la piedra del barranco donde su ubica esta ciudad. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco representa un ecosistema urbano único que se remonta hasta la prehistoria, cuando se habitaba en cuevas. Y es que muchas de las casas que se internan en la toba volcánica del barranco de Matera han sido habitadas sin interrupción desde la Edad de Bronce.
Este año, además, Matera está de enhorabuena ya que ha sido declarada Capital Europea de la Cultura 2019, por lo celebrará un sinfín de actividades que evitarán que nadie se aburra. Pero entre actividad y actividades no hay que perderse las iglesias rupestres, su catedral románica o la Gruta de los Murciélagos.
Toronto
Capital de Ontario y ciudad más grande de Canadá, Toronto es una ciudad única y peculiar gracias al gran número de inmigrantes de todo el planeta que vive en sus calles. Sin un gran número de atracciones más allá de la CN Tower, el Royal Ontario Museum o Casa Loma, la ciudad hay que vivirla. Los distritos de Chinatown y Kensington Market ofrecen eclecticismo en el primer caso y un lugar donde relajarse en el segundo. Por su parte, el Distillery District repleto de antiguas destilerías es el barrio de moda, donde dejarse ver.
En cuando a la naturaleza, Toronto se encuentra muy cerca de las cataratas del Niágara, aunque su atracción por excelencia son las Islas de Toronto las que, sobre el lago Ontario, forman un gran parque desde el que divisar una preciosa estampa de la ciudad canadiense.
Ciudad de México
Si hay un calificativo que defina a la capital de México es vibrante. La segunda ciudad más grande del mundo sorprende a cada paso gracias a la mezcla entre lo azteca y lo colonial. Sus diseños arquitectónicos y sus movimientos artísticos son un referente mundial. Tal es así que Ciudad de México fue nombrada Capital Mundial del Diseño en 2018, la primera de América en serlo.
Así, una visita a México debe empezar por su centro neurálgico de México, la plaza del Zócalo, flanqueada por el Palacio Nacional, que preside la plaza, la Catedral Metropolitana y el museo del Templo Mayor Azteca. Este paseo debe continuar por el Paseo de la Reforma, el Monumento a la Independencia, la Alameda Central, la Casa de los Azulejos, el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo y, por su puesto, el Palacio de Bellas Artes, entre otros muchos lugares.
Perth
Al oeste de Austrialia, Perth es la ciudad más poblada del país y una de las más interesantes. Mirando al Índico, sus calles esconden grandes ejemplos de arquitectura colonial que contrasta con los altos rascacielos financieros. Sorprendentes son el Perth Town Hall, ubicado sobre una colina, la Casa de la Moneda o la Catedral de Santa María. La Bell Tower es, además, uno de los edificios más importantes de la ciudad.
En cuanto a las zonas naturales, los Harold Boas Gardens y el Jardín Botánico ofrecen una visión completa de la naturaleza australiana. Tampoco hay que dejar de visitar las playas de Cottesloe y de Scarborough, perfecta para los amantes del surf.
Bakú
La capital de Azerbaiyán se considera una puerta entre oriente y occidente. A las orillas del mar Caspio, en ella abundan las refinerías y las industrias relacionadas con el petróleo pero también es un ciudad con una historia que se remonta siglos atrás, siendo una de las ciudades más importantes de la Ruta de la Seda, gracias a su ubicación en una de la intersecciones de dicha ruta. De esta época mantiene su casco antiguo amurallado y donde se ubica el Palacio de los Shirvanshahs, complejo arquitectónico de la antigua familia real, así como la emblemática Torre de la Doncella.
Pero Bakú es también una ciudad moderna. Prueba de ello son el centro Heydar Aliyev, diseñado por Zaha Hadid, y las Flame Towers, tres rascacielos puntiagudos recubiertos de pantallas LED. Y es que la ciudad ha sabido renovarse en la última década hasta convertirse en una de las urbes más interesantes del Cáucaso.
Móstar
Esta ciudad de Bosnia-Herzegovina se quedó para siempre en el imaginario colectivo durante la Guerra de Bosnia, cuando quedó prácticamente derruida. Y destruido quedó el puente del que toma el nombre la ciudad, el Stari Most (‘Puente Viejo’) y su símbolo más preciado. Tras la guerra la ciudad revivió aunque no ha querido olvidar. El puente fue reconstruido y sus habitantes volvieron a la vida pero aún se puede ver en sus edificios el paso de la guerra. Muros acribillados y edificios tiroteados son fácilmente visibles en las calles donde se prodigan las mezquitas y las tiendas de artesanía. Mostar es un secreto a voces que en 2019 se convertirá en un destino imprescindible.
Samarkanda
La segunda ciudad de Uzbekistán es símbolo de la Ruta de la Seda. Con 2700 años de antigüedad, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2001 y si hay un lugar imprescindible de esta ciudad es la Plaza de Registán, antiguo centro de la ciudad durante el siglo XIV, cuando Samarkanda se convirtió en la capital del imperio de Timur. Esta plaza está flanqueada por tres madrasas -Ulugh Beg Madrash, Sher-Dor Madrasah y Tilya-Kori Madrasah- y es el lugar en el que primero pensamos de la ciudad gracias a sus azulejos azules y sus tallados en oro. Y es que esta ciudad llegó a ser una de las más importantes no solo de la Ruta de la Seda sino de Asia Central.
La mezquita Bibi Khanum, la necrópolis Shah-i-Zinda, el mausoleo Gur -e Amir, las ruinas de Afrasiab o el observatorio Ulug Beg, son otros de los imprescindibles de esta preciosa ciudad uzbeka.