España: Lo que hay que comer en cualquier viaje a Cáceres
La evolución de la historia y la ubicación geográfica marcan el desarrollo de una gastronomía, prácticamente, desconocida que esconde auténticas joyas para disfrutones.
PIMENTÓN DE LA VERA
No hace falta mucha presentación para un condimento/conservante/colorante cuya historia comienza gracias al Emperador Carlos V y a su introducción en España tras la conquista de América en el Real Monasterio de Guadalupe. Los monjes fueron los primeros en utilizarlo en estas tierras para más tarde cultivar estos pimientos en el Monasterio de Yuste con el fin de hacerlos polvo para conservar los embutidos y aderezar guisos.
Estos pimientos que se cultivan en La Vera pertenecen a la variedad Capsicum annum y a las subespecies Cerasiforme y Longum, que dan lugar a tres tipos de pimentón: dulce, agridulce y picante. Cuando se recolectan, se someten a un sistema de secado y ahumado -de leña de roble o encina-, hecho a mano, para deshidratarlos. Un proceso que dura entre 10 y 15 días para lograr el grado de secado idóneo que le aportan un intenso aroma, un potente sabor y color rojo brillante.
MORCILLA PATATERA
No hay embutido en Cáceres (y en el resto de Extremadura) más típico que la morcilla patatera. Un embuchado elaborado a base de papada de cerdo ibérico y patata cocina -en ocasiones también introducía la calabaza- que se condimenta con sal, Pimentón de la Vera, ajo y especias.
Su origen se encuentra en un periodo de escasez, cuando la falta de carne se suplía con la patata para aumentar la cantidad de la matanza. También con el uso de la calabaza, suavizando agradablemente su sabor. Un embutido en formato untable que, más que parecerse al chorizo o al salchichón a pesar de su formato en ristra, se acerca más a la sobrasada. Se prepara como aperitivo untando en pan y con un chorrito de miel por encima, pero también se puede utilizar en guisos y platos elaborados con legumbres. El límite de sus usos está en la imaginación.
ARROZ DE MIAJADAS
Extremadura, concretamente Vegas del Guadiana y Miajadas, son dos de las zonas productoras de arroz más importantes a nivel nacional, convirtiendo este cereal en un importante motor económico de ambas localidades. La principal variedad que se cultiva es la de arroz largo, seguida del arroz redondo, el que se conoce como arroz de sushi. Para probarlo hay que hacer una parada en Miajadas, en cuyos locales de restauración se pueden encontrar preparaciones en las que el arroz se sitúa en el centro de su imaginario.
CERVEZA ARTESANA
La cerveza artesana es una de las últimas fiebres relacionadas con la gastronomía que han ido surgiendo en Cáceres en los últimos años, además de contar con una gran acogida. Entre todas esas microcervecerías con marcas ya reconocidas en el mercado -Blomberg, Mangurria, Monteña o Belona- destaca una en especial, Cerex, por haber sido elegida en 2017 como la Mejor Cerveza Artesana de España por el jurado de World Beer Awards. En su oferta, la Cerex Cereza elaborada con cereza del Valle del Jerte, Cerez Ibérica de Bellota, Pilsen, Cerex Andares con jamón ibérico de bellota, Cerex Frambuesa y Cerex Castaña.
PICOTAS DEL JERTE
La picota del Jerte, aunque tiene Denominación de Origen Protegida bajo el nombre de este valle, también se recolecta en La Vera y en el Valle del Ambroz. Se trata de una variedad de cereza originaria del Valle del Jerte donde se cultiva desde el siglo XVII. Es considerada la cereza más apreciada, de ahí que cada primavera en medio de la floración de los cerezos se celebre la Fiesta del Cerezo en Flor, una festividad que recibe cientos de visitantes para conocer de primera mano los altos de los valles en donde nacen estos frutos. Lo mismo ocurre durante el periodo de “Cerecera”, de mayo a octubre, que aprovechando el periodo de recogida de las cerezas se organizan catas, degustaciones, mercados y rutas guiadas para conocer a fondo el lugar en el que nace este producto tan codiciado.
PERRUNILLAS
La tradición dulcera de Cáceres viene de cuando árabes y judíos pasaron por esta tierra dejando tras de sí la huella de sus culturas. Pero también de los dulces elaborados por las monjas, cuya elaboración más conocida son las Perrunillas. Unas pastas elaboradas con manteca de cerdo que se encuentran en la mayoría de pastelerías y tiendas de repostería de Cáceres. A menudo, para darles sabor, se les añade un suave toque de canela y limón aunque también es fácil encontrarlas con un poquito de anís.
BOMBONES DE HIGO
Cáceres es la provincia que más higos produce de toda España. En sus tierras se seleccionan las mejores frutas, en función de su tamaño y su calidad, para secarse y rellenarse con un praliné de crema de avellana. Por encima se recubren de una fina y crujiente capa de chocolate que termina por convertir el higo en un auténtico bombón. En cuanto a cuáles probar, dicen que los que elabora Rabitos Royale La Higuera, en el pueblo de Almoharín se encuentran entre los mejores. Cuentan con una gran variedad de rellenos, entre los que está el relleno estrella de la receta secreta de trufa al brandy que se envuelve con una cobertura de chocolate negro al 52%, y de coberturas como la de chocolate blanco, caramelo salado o negro.