Los ‘miradouros’ más bonitos de Lisboa

MIRADOR DEL ARCO DA RUA AUGUSTA

El acceso más monumental a la famosa plaza del Comercio lisboeta es este arco construido como símbolo de la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto de 1755, aunque no sería terminado hasta el siglo XIX, convertido también en uno de los mejores miradouros de Lisboa. Justo antes de cruzar el arco está la entrada al mirador, al que se accede en un ascensor y, ya en el último tramo, por una estrecha escalera. Una vez arriba lo que reclama toda la atención son las vistas, que alcanza más allá de la plaza del Comercio, la catedral de Lisboa, el castillo de San Jorge…

MIRADOR SAN PEDRO DE ALCÁNTARA

Mirador-San-Pedro-de-Alcantara
En el Barrio Alto de Lisboa, este mirador es un bonito balcón con vistas espectaculares al castillo de San Jorge, la Sé y al centro histórico de Lisboa. En la plaza dos Restauradores se toma el Elevador da Glória, que lleva hasta él. Es uno de los más visitados de la ciudad, porque se ubica en el jardín San Pedro de Alcántara, entre hermosos jardines y esculturas. Un mapa de azulejos ayuda a ubicar cada edificio y monumento que se contempla desde el mirador.

MIRADOR DE LA TORRE DE BÉLEM

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Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, la Torre de Bélem es uno de los principales monumentos del barrio de Belém, pero además un excelente mirador sobre el Tajo, estando como está en la desembocadura del río. El lugar donde se levantó en el siglo XVI esta joya de la arquitectura manuelina no fue elegido al azar, pues su función era proteger la entrada al puerto. Para llegar hasta la terraza de esta torre de planta cuadrangular hay que ascender sus cinco pisos por unas estrechas escaleras, pero una vez salvadas, las vistas que depara del estuario del Tajo, el Monasterio de los Jerónimos y el Monumento a los Descubrimientos son espectaculares.

MIRADOR DEL CASTILLO DE SAN JORGE

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En la colina más alta de Lisboa se levanta desde hace ocho siglos el castillo de San Jorge, una fortificación musulmana reconvertida siglos después en Palacio Real, hasta que el terremoto le dejó malherido y tuvo que renacer de sus ruinas. El elevador situado en la Baixa permite llegar hasta él. Tras el Arco de San Jorge se accede a su interior, una inmensa explanada con exuberantes jardines protegida por cañones y once torres; una de ellas, la de Ulises permite disfrutar de una panorámica de 360 gracias al periscopio Da Vinci instalado en ella.

MIRADOR DE SANTA LUCIA

Santa-Luzia-mirador-lisboa© iStock
El aroma de las buganvillas perfuma el mirador más famoso del barrio de Alfama, al que se llega fácilmente en el tranvía 28 que tiene en él parada o en la subida al castillo de San Jorge. A este popular rincón que tanto gusta a los pintores se sube a sentarse tranquilamente en sus bancos de piedra cubiertos de azulejos portugueses desconchados y contemplar todo lo que alcanza la vista: el Panteón Nacional, las torres de las iglesias de San Miguel y San Esteban y a los pies, las casas blancas de Alfama y el Tajo. Una vez en él también hay que dedicar un pequeño tiempo a visitar la iglesia de Santa Lucía, que da nombre al mirador y se sitúa junto a él, especialmente el gran mural cerámico que muestra la reconquista del castillo.

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