¿Cómo evitar los síntomas del «jet lag» al viajar en avión?
Se trata de un desorden o desajuste en nuestro reloj interno, conocido también con el nombre de ritmo circadiano, encargado de regular los ritmos de vigilia/sueño de nuestro organismo que se origina, a partir de vuelos a largas distancias con grandes diferencias horarias. Nuestro cuerpo no se adapta a la misma velocidad que nosotros hemos viajado y aparece sintomatología asociada que puede causar gran malestar en quien lo experimenta.
Es un cuadro muy común, que afecta a todas las personas que se expongan a esta situación y su duración es variable, lo normal es que dure entre tres o cuatro días. Transcurrido ese periodo, si los síntomas continúan, será necesario acudir a un médico especialista.
Síntomas del jet lag
- Alteraciones del sueño: Es el más frecuente de todos. Su manifestación puede ser muy diversa, desde grandes dificultades para conciliar el sueño, despertares recurrentes durante toda la noche y/o insomnio en general. La calidad del sueño, disminuye y hay sensación de este durante todo el día.
- Fatiga y/o cansancio extremo: El no descansar bien, unido a los desajustes experimentados, provoca un gran cansancio y la sensación de fatiga en la mayoría de personas.
- Dificultades para concentrarse: La persona se encuentra algo desorientada, lo que tiene una afectación directa sobre su capacidad de focalizar la atención, le cuesta concentrarse y tiene la sensación de resaca constante.
- Alteraciones del estado de ánimo: Aparece irritabilidad, fruto del cansancio acumulado, pesimismo y mal humor en general, con mayores probabilidades de disputas, con las personas que lo rodean.
- Problemas gastrointestinales: Alteraciones en la frecuencia y calidad de la deposiciones, sobretodo aparece estreñimiento y también diarreas.
- Otros: Puede aparecer otra sintomatología asociada como cefaleas de tipo tensional, ansiedad y/o deshidratación.
¿Quiénes sufren más el jet lag?
Como hemos comentado anteriormente se trata de un cuadro que pueden experimentar todas las personas, sin embargo, hay determinados factores que pueden agudizar sus síntomas:
- Sexo: Por regla general, las mujeres son más proclives a padecer jet lag. Se ha comprobado que sus ritmos circadianos son más sensibles a las condiciones ambientales.
- Edad: Generalmente, las personas de mayor edad presentan mayor desajuste que los más jóvenes, siendo la duración del mismo, más largo.
- Estado físico: Estar en buena forma física es un factor de protección frente a sintomatología de jet lag, favoreciendo en algunos casos, su no aparición.
- Habituación a viajar: Las personas que viajan con más asiduidad tienen mayor adaptación a este fenómeno, no mostrando apenas sintomatología o siendo ésta muy leve.
Cómo prevenir y aliviar el jet lag
Aunque erradicar por completo su aparición no será posible, paliar los síntomas si es una solución si aplicamos algunos pasos sencillos como:
- Intenta dormir durante el vuelo si las horas se corresponden con tu biorritmo, pero no te fuerces si no es así. Evita bebidas con cafeína y otros estimulantes.
- Amoldarte al ritmo del lugar de destino: Una vez en el lugar de destino, intenta adaptarte a los horarios de allí, los primeros días, tal vez tengas que forzar un poco el cuerpo, pero cuanto antes lo hagas, antes te adaptarás y verás resultados
- Exponte al sol: El sol es un indicador para regular nuestros ciclos vigilia/sueño, exponerte los primeros días ayudará a sintonizarte con el ambiente que te rodea y te hará más fácil la adaptación.
- Evita dormir durante el día: Ya hemos visto que uno de los síntomas más frecuentes son las dificultades de sueño, es importante que no caigas en la trampa de paliar una mala noche, durmiendo durante el día, así que olvídate de siestas.
- Suplementos: Puedes recurrir a ciertos suplementos alimenticios que te sirvan de ayuda, sobretodo, durante los primeros días. Los compuestos de melatonina son una ayuda extra para estos casos: se trata de una hormona encargada de regular tus ritmo de sueño que puede ayudarte a conciliarlo con más facilidad.
- Alimentación e hidratación: Intenta seguir una alimentación rica en proteína (carne, huevos, pescado y legumbres) que te darán la dosis extra de energía para ese cansancio acumulado, así como, mantenerte bien hidratado.