Lisboa: Descubrir la historia de Lisboa bajo las estrellas.

Las ruinas de un antiguo convento gótico son el escenario para un fascinante espectáculo interactivo sobre seis siglos de historia de la capital portuguesa

Viaje interactivo por la historia

Organizado por la compañía artística Ocubo, durante 45 minutos las columnas y paredes que se mantienen con estoica elegancia se convierten en un lienzo donde se proyectan videos en 360 grados sobre la historia de Lisboa en particular y de Portugal en general.

Batallas y revoluciones

Hay ocasiones en que las paredes se convierten en un cielo estrellado que se confunde con el real, y también se ven a soldados lusos e ingleses cargar desde un lado contra las tropas castellanas en la recreación de la Batalla de Aljubarrota, de 1385.

Y en un momento se proyectan imágenes de las calles de Lisboa con tanques y manifestantes, cuando la Revolución de los Claveles tumbó al régimen fundado por Salazar.

El monasterio fue severamente dañado en el terremoto de 1755. Foto: Ocubo

Otra manera de conocer el pasado

La idea es que las nuevas tecnologías sean una herramienta para que los residentes de la capital y visitantes conozcan de forma más amena el pasado de Portugal.

Además de las proyecciones el espectáculo se complementa con presentaciones musicales, danzas y obras de arte urbano

“La Historia se vuelve más interesante cuando se cuenta como una historia”, indicó Nuno Maya, cofundador del estudio Ocubo y director artístico de la presentación.

Las ruinas sirven de escenario para las proyecciones. Foto: Ocubo

Danza y arte urbano

Pero Lisboa bajo las estrellas no se limita a proyectar imágenes sobre las ruinas. El viaje por los 600 años del pasado del país son narrados por Catarina Furtado, y en la representación se escuchan canciones de la fadista MarizaAmália Rodrigues, Fernando Lopes Graça y Madredeus, entre otros; además de las participaciones del Coro de Cámara Cantat de Lisboa y la Orquesta de Cámara GNR.

En varios momentos los bailarines reales de la Compañía Clara Adermatt y de la Compañía Nacional de Ballet danzan entre las ruinas y luego, como por arte de magia, saltan a tamaños gigantescos en las proyecciones.

Además se despliegan diferentes trabajos de arte urbano de los maestros del espray The Super Van, Daniel Eime, Vhils y Add Fuel, que sirven para contextualizar la Lisboa actual.

En las ruinas entran 200 personas, que deben permanecer sentadas, pero eso no quita que puedan estar continuamente girando sus cabezas y ver cómo la historia del país se despliega por los cuatro puntos cardinales en un escenario al aire libre, bajo los arcos de uno de los pocos edificios góticos de la ciudad.

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