El ‘Viaje de los dos océanos’ une las costas del Índico con el Atlántico en un trayecto de 15 días a bordo del elegante Rovos Rail
Cuatro países se unen por una vía férrea en el corazón de África, un trayecto de 4.300 kilómetros desde el Índico hasta el Atlántico a través de selvas, sabanas y praderas a bordo de uno de los trenes más lujosos del mundo. Este es el Viaje de los dos océanos de Rovos Rail.
A través de África a todo lujo
Esta compañía es conocida por sus viajes de alta gama por el sur de África, periplos de varios días en vagones elegantemente restaurados y que reviven la experiencia de los años en que los ferrocarriles surcaron el continente para acercar a los puertos las riquezas naturales de sus tierras y minas.
El año pasado esta compañía presentó un circuito que atraviesa las inmensas extensiones africanas de este a oeste, la primera vez que los dos océanos en esta región del mundo se unen en un trayecto en común.
El trayecto de Rovos Rail une las costas del Índico en Tanzania, sigue por Zambia y la República Democrática del Congo y termina 15 días después en Lobito (Angola), frente al Atlántico
Se trata de un viaje de 15 días cargados de exotismo, con la oportunidad de conocer de primera mano la fascinante fauna de las reservas, además de admirar la belleza de las cataratas, sorprenderse por las extensiones de los yacimientos mineros y contemplar uno de los mejores atardeceres que se puedan tener memoria.
Santuarios de la fauna
El punto de partida (o de llegada si se hace el trayecto inverso) es Dar es Salaam, la capital de Tanzania, bañada por las aguas transparentes del Índico.
Desde aquí se inicia un viaje en el que se atraviesan gigantescas reservas como la de Selous, de 55.000 kilómetros cuadrados y parques nacionales como el de South Luangwa; donde se realizan safaris fotográficos para encontrarse cara a cara con los ejemplares de los ‘cinco grandes’, como son los elefantes, rinocerontes, leones, guepardos y búfalos; sin olvidar a los hipopótamos, los antílopes, las jirafas y un sinfín de aves.
Por montañas, ríos y sabanas
Es un espectáculo de naturaleza tan impactante como el del río Cassai, en Angola, una región de 900.000 kilómetros cuadrado de gran riqueza donde es posible ver a los pescadores que desde el amanecer están recogiendo sus redes.
El tren atraviesa formaciones montañosas como el macizo de Udzungwa entre túneles y viaductos, pasa a sus 30 km/h por las sabanas cercanas a Makambako (Tanzania) tapizadas de gigantescos baobabs y desde Kasama (en la frontera entre ese país y Zambia) se organizan excursiones hacia las cataratas de Chisimba.
Historias y riquezas
El viaje permite conocer las riquezas naturales del centro africano, como las minas que rodean a Lubumbashi, en la República Democrática del Congo; o las de cobre y cobalto de Luishia.
El viaje acerca en avión hasta la reserva de Selous, la más grande de África y hogar de una rica fauna salvaje
También hay lugar para ver ciudades históricas, como las de Kuito, en Angola, donde estuvo la capital del reino de Ovimbundu, liquidado por el colonialismo portugués a inicios del siglo XX; o la de Huambo, la segunda ciudad más importante de este país lusoparlante.
Como viajar en el tiempo
A bordo uno se siente como si acompañara a las expediciones de Livingstone por África, aunque sin las penalidades que tuvieron que sufrir.
El convoy dispone de 72 vagones, donde se encuentran 36 suites. La más lujosa es la Royal, con revestimientos de madera, cama doble, sala privada, ducha y bañera victoriana y con servicio de mayordomo de 24 horas.
El tren cuenta con un vagón panorámico y a bordo viaja un historiador que va desgranando detalles de los sitios que recorre el ferrocarril de Rovos.