Escape: 8 escapadas de fin de semana para todo el año
España posee lugares de una belleza inimaginable. Los tenemos tan cerca que no los tenemos en cuenta a la hora de planear las vacaciones. Pero eso va a cambiar.Las escapadas de fin de semana son una opción barata y rápida para conocer a fondo esos sitios que están a la vuelta de la esquina. Son rutas, pueblos o joyas naturales tan cerca de casa que no dan pereza y que nos dejan con ganas de más.
No importa dónde viva uno, si en Asturias o en Murcia, porque siempre hay algún lugar cercano poco conocido y que bien merece la pena una escapada por corta que sea. Así que, haz las maletas y emprende con nosotros la aventura de conocer España sin prisa pero sin pausa.
Cañón del Río Lobos
En la provincia de Soria -aunque nace en Burgos-, el Cañón del Río Lobos tiene más de 25 kilómetros de longitud que se pueden recorrer a través de múltiples caminos. Cuevas, simas y sumideros son las formaciones habituales en este paraje natural fruto de una doble erosión: una debido al desgaste producido por el propio río y otra debida a la disolución de la roca, pues es caliza y, por tanto, muy porosa.
En el interior del parque se ubica la Ermita de San Bartolomé, hasta donde llegan hasta los menos en forma, pues el camino es muy llano. Desde aquí, imprescindible es visitar la Cueva Grande y elbalconcillo desde donde se puede ver el impresionante paisaje tallado. Quien se anime, bien merece la pena realizar un recorrido más largo por el cañón, pues los paisajes sorprenden a cada curva.
Sierra de Francia
Al sur de la provincia de Salamanca, la Mancomunidad de la Sierra de Francia está formada por unas 20 localidades donde La Alberca es uno de los más emblemáticos. Este municipio fue el primero de España en ser declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1940 gracias a su arquitectura, donde destacan las casas construidas en adobe entramado y con sillares de granito en la parte baja, y su entorno natural, de una belleza que quita el hipo: el valle de las Batuecas.
La Sierra de Francia es una subdivisión del Sistema Central y para divisarla desde todo su esplendor, el mejor lugar es la Peña de Francia hasta cuya cima se puede acceder en coche, aunque en invierno conviene informarse si el Paso de los Lobos está abierto o no, pues suele estar cerrado a causa de la nieve.
Liébana
Esta comarca cántabra se caracteriza por estar rodeada de altas cumbres que hacen que en el interior de los valles el clima sea más benévolo que en otros lugares de Cantabria. El Monasterio de Santo Toribio de Liébana es el epicentro de esta comarca desde tiempos inmemoriales, pues durante la Edad Media, eran muchos los peregrinos que, antes de llegar a Santiago, pasaban por este monasterio. Y es que alberga el Lignum Crucis, el trozo más grande conocido de la cruz donde murió Jesucristo. Además, del monasterio, de Liébana no hay que irse sin visitar lugares como Muñorredero, el desfiladero de la Hermida, Potes (en la foto) o Fuente Dé.
Ribeira Sacra
Al sur de Lugo y al norte de Orense es donde se ubica esta “ribeira” formada por los ríos Cabe, Sil y Miño. Famosa por sus vinos y por sus viñedos, que parecen horadados en forma de bancales en los escarpadas laderas de los cañones del río, esta comarca se ha hecho famosa gracias a poseer la mayor concentración de románico de Europa. Ejemplos son el Parador de Santo Estevo, un antiguo monasterio levantado entre los siglos VI y VII, y el monasterio de San Pedro de Rocas, el conjunto monacal más antiguo de Galicia (siglo VI d.C) y que fue excavado en la roca del monte Barbeirón.
De la Ribeira Sacra tampoco hay que perderse sus aguas termales ni sus senderos, pues son el camino hasta donde llegar a los miradores que presiden los cañones de los ríos Sil y Miño y desde donde se puede disfrutar de unas vistas únicas. Los mejores: el mirador de Cabezoá, el del Duque, el de Cadeiras o el da Cividade.
Ruta del Flysch
En la costa de Guipúzcoa, en el Geoparque de la Costa Vasca, desde Zumaia hasta Deva, esta ruta de senderismo ofrece un viaje a otro tiempo a través de un paisaje donde predomina el verde intenso de los montes y las playas en las que parece que el suelo se pliega entre los vertiginosos acantilados. Los flysch son estratos rocosos compuestos por varias capas de rocas duras cuyo origen es sedimentario. Las playas más llamativas en las que encontrar estas formaciones están entre las localidades de Deba y Mutriku, donde se llegan a internar hasta 300 metros en el agua. Es tan espectacular que no nos extraña que la serie Juego de Tronos eligiera este lugar del mundo para situar Rocadragón.
Cabo de Gata
Es pensar en Almería y la mente se va, inevitablemente, alParque Natural del Cabo de Gata-Níjar. Deorigen volcánico, en este paraje se encuentran algunas de las playas más desoladas y bonitas de España, que en su día también fueron lugar de refugio de piratas. Tanto es así, que el parque cuenta con la Ruta de los Piratas que comienza en Los Escullos, frente al castillo de San Felipe, y continúa por lugares como el pueblo pesquero de La Isleta del Moro, el Mirador de la Amatista y Rodalquilar, para finalizar en Las Negras, concretamente el la Cala de San Pedro. Esta ruta es, sin duda, toda una aventura.
Valle de Baztán
Este valle se ha hecho famoso gracias a Dolores Redondo y su trilogía del Baztán, pero eso no quiere decir que haya perdido ni un ápice de encanto. En el Pirineo navarro y con Elizondo como punto de partido, el valle contiene hasta 15 localidades en las que abundan los palacios y caseríos de piedra, pues esta zona fue una zona de indianos, esas personas que se fueron a “hacer las américas” y que regresaron con sus riquezas.
Además, el valle ofrece puentes medievales sobre ríos bravos, prados, colinas e, incluso, monumentos megalíticos y cuevas con historia, como la de Zugarramurdi y sus brujas y las de Urdax y sus guerrilleros y contrabandistas.
Parque Nacional de Monfragüe
Ya lo cantaba Extremoduro: “el animal que más quiero / es el buitre carroñero”. Verlos volando en todo su esplendor hace que su gran envergadura te deje sin palabras. El buitre leonado es, sin duda, una de las aves más imponentes en el cielo, con permiso del águila imperial. Y es el Parque Nacional de Monfragüe, en Cáceres, el que hace posible disfrutar de ambas especies -además de muchas otras- en su hábitat natural y sin molestarlos gracias a los roquedos donde también viven búhos reales, halcones peregrinos, águilas perdiceras, cigüeñas negras, martín pescador o garzas reales. Todos ellos se pueden ver desde los miradores de Salto del Gitano o Peña Falcón y el mirador del Castillo.
Pero además de aves, el parque ofrece un agradable paseo por medio de la naturaleza. Surcado por los ríos Tajo y su afluente el Tiétar, el paisaje es una dehesa, un bosque mediterráneo con claros de matorral y pastos explotados durante siglos de una forma muy poco invasiva, lo que ha permitido que su paisaje permaneciese a lo largo de los años.