En el extremo sur del continente americano, la Patagonia argentina sacude al viajero con un derroche de inmensidad y belleza natural.
Este territorio remoto y salvaje, en el que la presencia humana apenas se detecta, se halla a tres horas de vuelo (2.787 kilómetros) de
Buenos Aires y
su puerta de entrada es la población de El Calafate. Aquí comienza un itinerario que explora los contrastes entre el ocre de la estepa y la sinfonía de azules de los glaciares, haciendo escala en lagos y estancias en ruta hacia Ushuaia, puerto abierto al legendario Canal de Beagle y a las borrascosas aguas antárticas.La Ruta Provincial 11 deja atrás El Calafate y atraviesa 80 kilómetros de bosques de lenga hasta la entrada sur del
Parque Nacional de Los Glaciares. El Perito Moreno es el más accesible de los 47 que conforman
el Campo de Hielo Patagónico, la segunda superficie helada más grande del planeta después de la Antártida. Se expande sobre el brazo sur del lago Argentino, donde unas pasarelas permiten admirar sus 5 kilómetros de frente y 35 de largo. Es el único glaciar que no está en retroceso, sino que permanece en constante equilibrio, aunque nadie lo diría ante el estruendo que producen sus fragmentos al desprenderse y caer al lago. Existen otras posibilidades para experimentar la majestuosidad del glaciar, como caminar con crampones sobre su manto blanco de 60 metros de altura o
embarcarse en Punta Bandera y navegar junto a las escarpadas laderas hasta contemplar losglaciares Upsala y Spegazzini.
El viaje continúa rumbo norte, en un duelo constante contra los vientos patagónicos que azotan la Ruta Nacional 40. A poco más de una hora de la partida emerge el legendario paraje de La Leona, donde en 1877 el explorador Perito Moreno, primero en cartografiar la zona, fue atacado por un puma mientras acampaba junto al río. En ese mismo enclave, casi 20 años más tarde, una familia de inmigrantes daneses construyó el mítico parador donde, en 1905, pidieron posada los temidos bandidos norteamericanos Butch Cassidy y Sundance Kid, tras haber saqueado la sucursal del Banco de Londres y Argentino en la ciudad de Río Gallegos.