Polinesia Francesa: Tahití y las islas de la Sociedad
Perlas de coral en medio del Pacífico, estas islas acogen al viajero con la promesa de un mundo feliz, naíf, en el que el verdadero tesoro es la simplicidad de la vida
No es ficción: Tahití y sus islas son el destino más deseado en cualquier lista de «paraísos». Huahine, Moorea o Bora Bora, en el archipiélago de la Sociedad, invitan a un viaje distinto cada una: en velero, de buceo, para disfrutar de playas de coral o para vivir lejos de la civilización como Gauguin o los amotinados de la Bounty.
En la pastelería de D. Hilarie de Papeete, la capital tahitiana, los niños casi se comen los dulces con la mirada mientras en las estanterías se alinean las baguettes. Solo por las camisas floreadas de la marca Hinano y los billetes de francos CFP advertimos que no estamos en París, Lyon o cualquier otra ciudad gala.
Al salir de la pastelería y dejarnos guiar por las calles bajo un cielo excesivamente azul, el escenario cambia por completo. Esto no es Francia, desde luego. Nos hallamos en el centro administrativo y principal ciudad de la Polinesia Francesa, la puerta a un territorio compuesto por 118 islas dispersas en 4.200 km2 de océano. Un paraíso de catálogo muy real.
Bora Bora
Es la isla más icónica de la Sociedad. Está rodeada por una barrera coralina con islotes bajos (motus)
que encierran una laguna de aguas turquesas.
Laguna de Moorea – Tahiti
La isla de Moorea tiene forma de triángulo equilátero apuntando hacia el sur. El lado norte está cortado por dos bahías, la de Opunohu y la de Cook, que antiguamente delimitaban el cráter de un volcán.
Isla de Moorea
Una pista panorámica asciende hasta alcanzar el Belvedere, un magnífico mirador desde el que se contemplan la bahía de Cook y la de Opunohu.
Velero en Bora Bora
Los viajes en velero por las islas de la Sociedad son un lujo cada vez más al alcance de la mano, aunque solo sea por un día. En la imagen se distingue el monte Pahia (619 m) se eleva tras la villa de Vaitape, en la costa oeste. Es la segunda altitud de la isla después del monte Otemanu, de 727 m.
Islas Huahine
Antes de la llegada de misioneros y balleneros europeos, Maeva era un destacado centro político y religioso. Se localiza a solo 40 minutos en avión de la isla de Tahití.
Cascada en Raiatea
La isla Raiatea alberga una frondosa selva con fuentes de agua y cascadas.
Lagunas polinesias
Entre la arena y el arrecife donde rompen las olas se forma una inmensa piscina natural donde nadan pequeños tiburones y rayas.
Laguna de Bora Bora
La poca profundidad de las lagunas permite nadar entre peces de coral, pequeños tiburones y rayas.
Arrecifes de coral
La gran visibilidad del agua hace posible observar corales con solo equiparse de gafas, tubo y aletas. También se organizan inmersiones en aguas profundas.