Everest: Un atasco mortal
Nunca un atasco había producido tantos muertos. Y es que la cima del pico más alto del mundo, el Everest, no perdona las negligencias, ni personales ni organizativas. La climatología en el pico soñado por todos los alpinistas del planeta es peligrosa y cambiante, por eso cuando se crea una «ventana» de buen tiempo los expedicionarios acuden en tropel a lograr la ascensión. Precisamente una de estas ventanas meteorológicas provocó este brutal atasco camino a la cumbre, lo que ha desembocado en la muerte de varios alpinistas por permanecer demasiado tiempo por encima, precisamente, de la conocida como la «zona de la muerte» (más de 7.500 metros de altitud) al no poder descender lo más rápido posible. El Everest está colapsado, de eso no cabe duda, y ahora toca mover ficha a las autoridades para evitar que se vuelvan a producir tragedias de este tipo.