Italia: Venice Beach en siete datos fascinantes
Un lugar icónico de Los Ángeles en el que descubrir un mundo de creatividad.
EL CARTEL RECUPERADO
El mismo Abbot Kinney pensó, en 1905, que este proyecto requería de una imagen que fuera icónica. Para ello, ideó un cartel iluminado con el que mostrar el carácter desenfadado y moderno que tenía esta zona. Lo curioso del asunto es que este símbolo cayó en el olvido con el tiempo y no fue hasta 2007 cuando se volvió a instalar. Más allá de la nostalgia, este emblema se ha convertido en una lucrativa fuente de negocio para la administración local ya que se trata de una imagen registrada cuya utilización comercial está sujeta a condiciones… y a tarifas.
QUE NO FALTE EL DEPORTE
Para aquellos que no dejan de hacer deporte cuando están de vacaciones, Muscle Beach es el lugar ideal. Es la zona más conocida, pero también la más peculiar. De hecho, es un gimnasio al aire libre que cobra 10 dólares al día para el uso de las máquinas. Allí es donde se concentran los personajes más peculiares para lucir músculo, acompañados de las tiendas de souvenirs, estudios de tattoos o puestos de comida de alrededor. Los amantes del baloncesto también tienen su lugar en las canhas al aire libre que acogen a los mejores jugadores freestyle del país, mientras que para los niños hay variosparques infantiles.
UN SKATEPARK DE RÉCORD
Abierto en 2009, este lugar se ha convertido ya en un imprescindible de todo recorrido por Venice Beach. Pero, más allá de la foto, este espacio tiene unos datos sorprendentes como los 16.000 m2 que ocupa, los 20 años que tardó en construirse desde que el skater local Jesse Martinez lideró esta iniciativa popular o el coste del mismo que, aunque nunca ha sido revelado, sí que ha transcendido que es el más elevado de todos los parque similares que hay en el mundo.
PARA LOS MÁS ARTISTAS
En Venice Beach hay arte urbano en cada esquina. De hecho, Los Ángeles es una de las capitales mundiales del arte callejero. Con el muralista Rip Cronk como representante más famoso, los lugareños y artistas de todo el mundo dejan su huella en las paredes de la ciudad. Desde su fundación en los años 50, fue un lugar abierto al arte gracias a la moda hippie que trajo consigo nuevas tendencias. Pero no solo los murales constituyen la parte artística de esta playa, los músicos se han convertido en un elemento indispensable del paseo, así como los baristas y cocineros.
FIN A LA RUTA 66
A unos 3 kilómentros, en Santa Mónica una señal indica el final de la ruta más famosa de los Estados Unidos. Ahora es un lugar icónico para aquellas que han cruzado el país de este a oeste o que buscan una foto para el recuerdo. Durante la Segunda Guerra Mundial la carretera sirvió de enlace para los migrantes que iban a California debido a las industrias bélicas y sirvió como transporte de material militar. Ya en los años 50, la Ruta 66 se convirtió en la principal carretera para los veraneantes con destino a Los Ángeles.
LA CASA DE FRANK O. GEHRY
No está en Venice Beach, pero a hora y media de paseo se encuentra un edificio espectacular de Frank O. Gehry que es, nada más y nada menos que su residencia. El arquitecto remodeló un viejo bungalow en 1978 y lo adaptó a una casa familiar de dos pisos. Un espectáculo para los amantes de la arquitectura moderna.