Máscaras, flores y Kölsch en la semana más loca de Colonia
Tres meses. Eso es lo que dura el carnaval de Colonia. Lo mismo que una estación, por eso aquí a la primavera, verano, otoño e invierno se le ha sumado otra más. Comenzó el 11 de noviembre oficialmente y aunque ha seguido latente durante este tiempo, es ahora cuando llega a su gran momento. ¿Y qué pasa durante esta semana loca? Pues que la ciudad no duerme, los bares permanecen abiertos las 24 horas del día y todo el mundo pasa los días y las noches de baile en baile o deambulando por las calles a cualquier hora. Eso sí, obligatorio cumplir con la tradición, que marca ir disfrazado –al menos con una peluca, una máscara o la cara pintada–, llevar en la mano un vaso de Kölsch –la cerveza local, que por algo Colonia es una de las mejores fábricas de Alemania– y no olvidarse del grito más oído estos días: ¡Kölle Allaaaf!, que viene a ser lo mismo que “Colonia es de todos” en la lengua local. Esto es lo que no debes perderte:
LOS DÍAS MÁS LOCOS
Comienza este año el jueves 23, con la gran fiesta Altweiberfastnacht, y acaba el miércoles 1 de marzo con la quema del espíritu del carnaval, Nubbelverbrennung. El Jueves es el día de las mujeres, que celebran la fiesta nocturna de Weiberfastnacht, donde es tradición que ellas tomen el control de la ciudad tras recibir las llaves de manos del alcalde y vayan cortando la corbata de los hombres y, como recompensa, regalando besos.
EL LUNES DE LAS ROSAS
Alrededor de 50 desfiles se suceden en las calles de Colonia, principalmente en el Alter Markt, el centro de la ciudad, dentro del llamado Ring, aunque también hay otras zonas donde se vive intensamente, como el Friesenstrasse, Zülpicher Strasse (zona de los estudiantes), el Agnesviertel y sobre todo, el Südstadt. Entre todas las cabalgatas, la más grande y famosa es Rosenmontag, el lunes de las rosas. Un desfile de carrozas decoradas con escenas y sátiras de la realidad político y social que van acompañadas de bandas de música y desde las que se lanzan kamelle (caramelos) y strüssje (flores) al público. La parada más famosa de esta cabalgata es la Prinzengarde, donde desfila el Príncipe del carnaval junto a su guardia personal –que simbolizan la tradición antimilitarista de Colonia– ataviados con uniformes de principios de 1800.
LA QUEMA DEL NUBBEL
Tres son los protagonistas del Carnaval de Colonia: el Príncipe, el Campesino y la Virgen, pero a ellos se arrima uno más: el Nubbel, un muñeco de paja que vigila las puertas de los bares y las calles de la ciudad y que acabará quemado en la hoguera como responsable de todos los pecados cometidos durante estos días de desenfreno. Su quema marca el punto y final de esta fiesta cuyo origen se remonta al 1341. Ahora ¡Kölle Allaaaff!