Querétaro promociona una ruta de arte, combinada con buenos vinos y quesos

Productos de alta calidad para recorrer un estado lleno de sorpresas

El estado de Querétaro, a pocos kilómetros al noroeste de Ciudad de México y segunda zona vitivinícola más importante del país, está promocionando una curiosa ruta turística y enogastronómica que combina con acierto el arte y la cultura con el conocimiento y degustación de sus vinos y quesos. El visitante gourmet puede recorrer la Ruta Arte, Queso y Vino en Querétaro y no saldrá defraudado. Sus viñedos han sido ganadores de Medallas Gran Oro, Oro y Plata y cuenta con la quesería más premiada de América Latina, con seis medallas internacionales, otorgadas por la World Chesse Awards.

Querétaro representa la segunda zona vitivinícola más importante del país, con una extensión de poco más de 500 hectáreas sembradas con vid (80% usadas para producción de vino) y la producción tres millones y medio de botellas de vino al año, aproximadamente, con más de 150 etiquetas. Además ocupa el primer lugar nacional de exportación de vino espumoso hecho con método tradicional, anualmente se exportan cerca de 60.000 cajas de nueve litros a Estados Unidos, Asia y Europa. Este año fue elegido como el destino ideal por el México Selection by Concours Mondial de Bruxelles 2018, debido al gran momento que vive la industria del vino mexicano, en este concurso se evalúan más de 9.000 vinos y más de 46 países productores.

La Ruta se encuentra conformada por 26 viñedos o vinícolas y 11 queserías artesanales donde se puede apreciar desde el proceso de fabricación hasta la maduración de los productos, con la oportunidad de catar estos exquisitos productos regionales. En cuanto a la infraestructura turística, la Ruta Arte, Queso y Vino cuenta con 210 hoteles y 4.561 habitaciones en toda la región; entre ellos una diversidad de hoteles boutiques y haciendas coloniales. Durante la ruta se ofrecen recorridos guiados por viñedos y vinícolas, para conocer los procesos de elaboración del vino, conocer cavas, realizar degustaciones y maridajes. También conocer espacios de cría y ordeñe de ganado. Descubrir el proceso de elaboración de quesos, visitar bodegas y cavas de maduración y tomar talleres gastronómicos.

Dentro de la ruta, que es visitada cada año por unos 700.000 turistas, se conjugan eventos culturales y artísticos como exposiciones, festivales musicales, conciertos… que permiten disfrutar una experiencia múltiple donde el visitante podrá complementar su estancia en esta región. Hay grandes atractivos turísticos en 10 de los 18 municipios del estado, incluidos tres Pueblos Mágicos y cinco antiguas Misiones.


Hay mucho más

Naturalmente en el Estado hay mucho más que arte, gastronomía y buenos vinos. Conocer Querétaro y su historia es un excelente plan para comenzar un recorrido por México pues es una ciudad patrimonio, considerada tesoro colonial. Querétaro encierra una gran biodiversidad y distintos ecosistemas que conviven en un mismo lugar. Tiene preparadas numerosas actividades, los deportes alternativos es una constante en todo el Estado, desde las expediciones en cuatrimoto a los cañones y ríos de la sierra, hasta los circuitos ciclísticos por las praderas del sur. Se puede descansar en alguno de los campamentos ecoturísticos o reposar en cualquiera de los pueblos cercanos, rodeados de viñedos y queserías en donde disfrutarás de la buena vida, su buen clima hace que la estancia sea agradable, y sus numerosas actividades, lo vuelven inolvidable.

El Estado de Querétaro cuenta con muchos y variados atractivos; desde la Ciudad de Querétaro, capital del Estado y cuyo Centro Histórico ha sido reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Sus Pueblos Mágicos como Bernal, Tequisquiapan y Jalpan de Serra, hasta los hermosos paisajes de la Sierra Gorda (parte de ella considerada Reserva de la Biósfera) y sus cinco Misiones también consideradas Patrimonio Cultural de la Humanidad.

La capital del Estado, Santiago de Querétaro, guarda joyas virreinales y remansos de paz que le valieron, en 1996, la declaración de la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Es un ejemplo excepcional de una ciudad virreinal y una clara muestra del mestizaje sucedido entre un asentamiento indígena y otro español fusionado con el paso del tiempo. El Centro Histórico guarda, entre sus tesoros, espléndidos edificios virreinales, caminos donde se respira tranquilidad y plazas y jardines donde se observa el ir y venir del Querétaro cotidiano. Las plazas, calles, paseos y casonas, también tienen historias que revelan el pasado de Querétaro y sus antiguos habitantes así que conocer las leyendas es un indispensable en la visita por la ciudad. Además de la suntuosa arquitectura de los inmuebles civiles y religiosos de los siglos XVII y XVIII, destaca la traza urbana original. El trazado de sus calles demuestra el sincretismo que operó durante 300 años.

Además, Querétaro cuenta con una gran variedad de museos, algunos de ellos localizados en hermosos edificios de la época virreinal, que ofrecen un interesante panorama de la historia y de las manifestaciones culturales que ha expresado el país. Símbolo y orgullo de la Ciudad de Querétaro ubicado sobre el Boulevard Bernardo Quintana, se yergue imponente El Acueducto, considerado la obra urbana más importante del siglo XVIII que se erigió buscando canalizar el agua para la ciudad. Esta monumental edificación es uno de los más grandes de México. Tiene una longitud de 1280 m. Su altura máxima es de 23 m y cuenta con 74 arcos de cantería con una latitud de 13, sostenidos por pilares de mampostería de más de 3 metros y medio en cuadro, el último de los cuales desembocaba en el patio de aguas del convento de la Cruz. Hoy se puede observar, en ese mismo patio, relojes de sol orientados cada uno para funcionar en las distintas estaciones del año. Actualmente el agua continúa llegando a la ciudad a través de él y es depositada en 10 fuentes públicas y 60 fuentes privadas localizadas en toda la ciudad.

Mucho y muy cerca

A unos kilómetros de los edificios y el tráfico se encuentra el corazón verde de México. Es el otro tesoro de Querétaro: la Sierra Gorda, declarada Reserva de la Biosfera por la gran biodiversidad y los distintos ecosistemas que encierra. La Sierra Gorda Queretana cuenta con variedades de flora y fauna endémicas de la zona. Además de disfrutar de los hermosos paisajes, en el viaje a la Sierra se puede vivir una aventura ecológica, conocer sus cascadas, como “El Chuveje”; sus ríos, como el Escanela, el Santa María y el Ayutla, disfrutar de paseos en cuatrimoto, en el Campamento “El Jabalí”, visitar grutas o visitar zonas arqueológicas como “Ranas” y “Toluquilla” y por supuesto no puedes dejar de conocer las cinco Misiones, Patrimonio Cultural de la Humanidad: Jalpan, Landa, Tilaco, Tancoyol y Concá. Fueron fundadas por Fray Junípero Serra entre 1751 y 1766 y su arquitectura es una fusión entre la religión cristiana y las creencias indígenas. Con el afán de catequizar y al mismo tiempo pacificar la zona, Fray Junípero Serra, apoyado por otros frailes franciscanos junto con los indígenas pames construyeron los templos. Las fachadas de las cinco misiones están repletas de simbolismos. De la parte indígena destacan las figuras de plantas, flores y mazorcas que conviven con los símbolos cristianos. Cada misión tiene su propio estilo y un maravilloso encanto que es además enmarcado por los hermosos paisajes de la Sierra.

Naturalmente, además de vino y queso, en Querétaro se disfruta del sabor del corazón de México, una gran historia culinaria con las aportaciones europeas llegadas del siglo XVI, dan lugar a una mezcla mestiza llena de sabor y tradición. La gastronomía de Querétaro incluye platillos que se han preparado en esta región desde el siglo XVI y han conservado la misma sazón hasta los tiempos actuales; la gran mayoría de estos platillos incorpora ingredientes indígenas, mestizos y contemporáneos tales como el maíz, el chile, las cactáceas y frutas típicas de la región; las biznagas, el huamiche, los xoconostles transformados en deliciosos dulces, las tortillas con sello otomí; el delicioso tamal que se envuelve en hojas de papatla, llamado Sacahuil, y las bebidas típicas como el Simichol, hecha de maíz fermentado y el Charape, hecho de piloncillo, son solo algunos ejemplos de esta exótica gastronomía. La cocina queretana esta ligada a las fiestas cívicas, tradiciones religiosas y a los ciclos anuales de cosecha que coinciden con las celebraciones patronales, como la de la Santa Cruz, la Semana Mayor y los fieles difuntos. Durante la fiesta del santo patrono, se sirven garbanzas con azafrán y tortillas de colores.

La cocina queretana con su riqueza, variedad y presencia forma parte del patrimonio gastronómico nacional y puede describirse como tradicional, variada y, sobre todo, exótica. La gastronomía de allí presenta platos con ingredientes poco comunes como por ejemplo el cactus. Uno de estos platillos es el reconocido nopal en penca, preparado con un cactus relleno de nopales, ajos, cebollas, chiles y orégano, entre otros ingredientes diferentes. Luego se cocina y se sirve con queso, aguacate, cilantro y salsa preparada a base de jitomates, cebollas, chiles verdes, sal y limón.

 

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