Colombia: Minca, turismo, realidad y verdad
El turismo para Santa Marta y el Magdalena debería ser en gran medida, como sector de importancia económica, una de nuestras principales razones de ser, en lo que necesario serán políticas públicas adecuadas a los cambios del mundo que nos potencien como un fragmento competitivo, cabiendo diversificar productos, competitividad, transporte, nuevos como superiores servicios, gobernanza y demás otros componentes esenciales en tal dirección, en articulación con los privados, tal como lo he expuesto en diversas columnas precedentes.
Contamos con multiplicidad y los más diversos como valiosos atributos para ser un grande destino turístico universal. Gente, climas, ríos, mar, sierra, zonas cafeteras, música, gastronomía, recursos por si solos suficientes para atraer lo más exigente del turismo mundial. Importa compaginar sin improvisaciones los mejores productos que determinen una más que excelente oferta a este tenor.
El turismo connota oportunidades en provecho del desarrollo social, humano y del crecimiento económico. Es desafío que demanda calidad en los productos y diversidad en las ofertas, lo cual requiere y reclama un trabajo arduo, planificado, prolijo, minucioso, laborioso, detallado, persistente, exigente y además colectivo. Bien y mejor, lo que no hay que poner en duda, podemos ser referentes Santa Marta y el Magdalena, un referente de primera condición que responda con objetividad nuestra realidad y a partir de ahí optimizar los resultados de esta significativa actividad económica. Es empezar a manejar esta riqueza como punto de inicio que derive procesos de competitividad turística y de anclaje en el contexto turístico nacional e internacional.
Es materia a estructurar sin improvisaciones, construirlo sobre la realidad y colectivamente, posicionarlo como el destino que siempre hemos debido ser, Es comprometernos todos en cuanto compete a cada uno, apropiarnos con identidad y trabajar con decisión, unas de las maneras poseemos para impulsar ese gigantesco potencial que tenemos para ser joya turística potencial que transformará nuestra realidad.
Mucho por y para corregir. Ejemplo de lo cual lo que acontece en el corregimiento de Minca, verdadero y exuberante paraíso, que requiere con urgencia, además de un trabajo comunitario consciente, la presencia decisiva de las autoridades Distritales, Departamentales e inclusive de las Nacionales, en pro que esa hermosa población obtenga Acueducto Oficial, con determinación recuperar la ronda hídrica del río Minca, que es el nutriente del río Gaira, el cual abastece la planta de El Roble, cuyos recursos alimentan al Rodadero y a Gaira, volver eficiente a Corpamag, solucionar la necesidad de un Inspector de Policía permanente y eficiente, incentivando campañas de culturización del correcto manejo de los perros, racionalizando el uso de las Cascadas, organizando el ingreso de las busetas al casco Urbano, construyendo el Puesto de Salud con Dotación, Ambulancia y Servicio permanente, instalando el Servicio de Gas domiciliario, regulando áreas para parqueo de los automotores, disponiéndose las instrucciones para que la policía cumpla con las funciones de regular el tránsito, ante el caos que se registra, incluyendo los mototaxistas locales, estableciendo la Obligatoriedad de poza séptica, por vivienda, o negocio, entre otras, que necesita este demostrado destino, que crece extraordinariamente en forma desordenada, lo cual aún se puede corregir, si hay vocación política y ciudadana para ello, siendo de mucha importancia para un mejor turismo, posicionando con altura nuestra ciudad a Nivel Nacional e Internacional