Los beneficios del Spa.
Está en boga asistir a un destino de salud de enormes beneficios: el Spa. El agite de la vida diaria, el desgaste de energías, el stress, “tener los nervios de punta” como se dice popularmente, en fin todo lo que acontece a nuestro alrededor, se refleja muchas veces de manera negativa en el organismo y por tal razón, no hay nada mejor que dedicar unas horas a la semana para recomponerlo y de manera agradable y placentera, porque el spa es como un club de aficionados a la buena vida y a las ventajas que brinda una salud sin quebrantos.
Estos lugares reciben su nombre de la ciudad belga Spa, donde fecundaron en virtud del deseo de sus ciudadanos de vivir mejor. Brindan a los clientes tratamientos de salud que necesitan y merecen, con diversas técnicas como masaje reductor y anticelulítico, la hidroterapia con uso de agua fría y caliente en forma alternada, así como la aplicación de chorros a presión. Como tratamiento natural de algunas enfermedades, la hidroterapia activa funciones vitales y ayuda a provocar dilatación de vasos sanguíneos superficiales para favorecer la circulación, además de mejorar el sistema inmunológico y reducir o eliminar los dolores musculares y de espalda con ejercicio físico.
Desde el punto de vista psicológico, en los spa se olvida el estrés al ocupar la mente exclusivamente en el propio cuerpo, el cual una vez relajado, relajar a su vez la mente en procura de acabar con el malestar psíquico. Por tratarse de espacios muy frecuentados por personas que llegan cargando diferentes estados de ansiedad, estrés, cansancio y fatiga diaria, la oferta de terapias es grande y variada. Se trata de devolverle al organismo el bienestar que es sinónimo de salud. Como complemento, muchos spa ofrecen charlas informativas, clases de yoga y meditación, musicoterapia, masajes especializados, control médico. Para los turistas significan una acertada elección en cualquier día o fin de semana durante las vacaciones.