Colombia: El Baluarte, lugar de fantasía en Cartagena
El Baluarte empezó hace 28 años cuando dos amigos vieron el potencial que tenía Cartagena y que de pronto los colombianos en ese entonces no admiraban o apreciaban. ‘Mayito’, esposa de uno de ellos, es la mujer detrás del éxito que hoy tiene este lugar. En diálogo con PASSPORT habló sobre las murallas históricas de ese mágico lugar, que fueron construidas hacia 1630 por el gobernador Francisco de Murga con el fin de defenderse de ataques enemigos.
El bar-restaurante empezó con gran éxito y fue casa de múltiples eventos como el Festival de Cine de Cartagena e incluso el cumpleaños de Gabriel García Márquez. Fue creciendo y empezaron las restauraciones de la ciudad amurallada. De esa manera mantuvieron y recuperaron esa belleza que hoy hacen de la misma un lugar perfecto para disfrutar de una cena o unos cócteles a la luz de la luna. En este mágico lugar es posible encontrar un menú con comida de mar y diferentes opciones que resaltan la comida colombiana. Además se puede acompañar con música en vivo.
“Así empezó el baluarte. Hubo un tiempo en el que era muy difícil vivir en Colombia y no nos fue bien, pero con esfuerzo y perseverancia lo sostuvimos y sacamos adelante el proyecto. Hoy la gente se siente segura de venir a nuestro país y más a Cartagena”, dijo.
Mayito, madre de tres hijos, esposa y empresaria, también contó a PASSPORT que tienen un hotel que nació cuando su esposo compró años una casa antigua en el centro hace más de 15 años. En ese entonces las propiedades no tenían mucho valor, razón por la cual decidieron adquirirla, tras vivir mucho tiempo en Estados Unidos. Sin embargo, con el paso de los años el lugar les quedó grande, ya que tiene 10 cuartos. Fue allí cuando se les ocurrió la idea de abrir sus puertas para personas que querían visitar La heroica y decidieron convertirlo en el segundo hotel boutique del centro de Cartagena que tiene por nombre La Casa del Arzobispado.
Hoy, 14 años después, Mayito afirma que es muy satisfactorio encontrarse con personas de distintas culturas, porque allí tiene la oportunidad de contarles y recomendarles distintos planes para hacer en Cartagena y sus alrededores. También siente que es una oportunidad para mostrar su país hacia el exterior y ser una embajadora de Colombia.
Por todo esto, la Casa del Arzobispado conjuga a la perfección la arquitectura colonial de la ciudad por sus gruesos muros que guardan los secretos de Cartagena.
Cada detalle es pensado en los huéspedes. Espacios, relajación e historia, una armoniosa conjugación de elementos, donde un servicio personalizado, cálido y eficiente hacen de la estadía una experiencia inolvidable. “Aquí se han quedado personas por mucho tiempo. Se vuelven casi de la familia”, resaltó.