Perú: De Cusco a Machu Picchu
La enigmática ciudad inca, encajada en medio de los Andes peruanos, es un enclave lleno de historia
El camino entre Cusco y Machu Picchu es uno de los más transitados de América del Sur. Las rutas entre un punto y otro, sin embargo, son varias y ofrecen más de lo que muchos esperan: un valle sagrado, pueblos coloniales, mercados indígenas, ruinas incas y montañas imponentes.
Cusco, el punto de partida, es una ciudad que sorprende. Ubicada en medio de los Andes peruanos, en un valle a 3.400 metros de altitud, la antigua capital del imperio inca ofrece una colorida amalgama de mercados callejeros, iglesias barrocas y edificios coloniales. Se trata del lugar ideal para empezar a aclimatarse a la altitud antes de emprender la ruta a la ciudadela de Machu Picchu, a 112 kilómetros de distancia. Ya sea en tren, en autocar o a pie, el recorrido se disfruta yendo sin apuro, contemplando el paisaje a ritmo lento.
El enigma de los Andes
La silueta piramidal del Huayna Picchu se eleva sobre la legendaria ciudad de los incas. El arqueólogo Hiram Bingham la dio a conocer al mundo en 1911, tras cuatro siglos de abandono.
Cusco
La catedral barroca (1560-1650) es el edificio principal de la plaza de Armas, la explanada en torno a la cual se erigían los palacios y templos de la época inca.
Ollantaytambo y Chinchero
Son visitas imprescindibles desde Cusco. El primero por sus ruinas incas y su casco antiguo; Chincheros por su mercado de tejidos.
Salineras de Maras
Un arroyo de agua salina llena estos pozos de época preincaica. Su explotación, aún hoy, pasa de padres a hijos.
Tras los pasos incas
El tren de Cusco cruza el centro de Aguas Calientes. En las otras fotos, una llama y la entrada a Machu Picchu.
Machu Picchu
Se alcanza al cuarto día de marcha por el Camino del Inca o bien en autobús desde Aguas Calientes.