Cañón del Antílope Arizona Escenario espiritual de los indios navajos
Entre los muchos lugares recónditos de Estados Unidos, el Cañón del Antílope es por su conformación geográfica, uno de los más visitados por los viajeros, por fotógrafos y cineastas, incluso por pintores paisajistas. Su nombre obedece a los rebaños de antílopes que pastaban desde hacía muchísimo tiempo y durante la temporada de invierno, a través del interior del cañón. Su vista espectacular, el hecho de ser un cañón de ranura, es decir estrecho y más profundo que ancho, su formación se debe al agua que corre a través de la roca y la desgasta. Puede tener menos de un metro de ancho en la parte superior y una profundidad hasta de 30 metros hasta el suelo.
La piedra arenisca o caliza y otros elementos como el granito, constituyen la esencia de las rocas que se encuentran en cañones de ranura. El basalto puede formar parte también del material con que están hechas muchas formaciones rocosas de los cañones del suroeste de Estados Unidos. Ubicado en las inmediaciones de la ciudad de Page, condado de Coconino, una vez el visitante lo conoce experimenta la idea de un viaje extraterrestre. El Cañón del Antílope entre altas paredes verticales de roca, se asemeja a un lugar deshabitado, misterioso, mágico, otro planeta, Marte podría ser, por el color rojizo de su paisaje mineral.
El cañón produce una sensación de extrañeza, de aventura irrepetible. Para llegar a ese sitio difícil de definir con palabras, es necesario viajar a la cercana ciudad de Page en Arizona, reserva de los indios navajos, que cautiva a todo aquel que llega. Es un fenómeno geológico único, el color rojizo de piedra arenisca, con diversas tonalidades y formas, bien vale la pena ver y hacer el viaje porque en verdad es una de las maravillas de la naturaleza.
Ingreso con guía acompañante
El ingreso al lugar no puede hacerse por voluntad de los turistas, hay que hacerlo en compañía de un habitante de la comunidad navaja, un guía que conoce, pues a ella pertenece el territorio. Sin embargo y aunque los navajos buscan proteger ese destino, resguardarlo contra la mano dañina de hombres en busca de riqueza y negocios, es factible ingresar respetando las normas ancestrales. Es lo menos que pueden exigir los indígenas que han vivido desde hace muchos siglos en esa tierra hermosa e impactante. Es un lugar espiritual para ellos, como un santuario o una gran catedral para los cristianos, que buscan estar cerca de sus dioses y vivir en armonía con la madre naturaleza.
Las paredes de roca, a veces colocadas en zig zag, pueden alcanzar los 40 metros de altura. Por tal razón la panorámica es de una belleza total, el espectáculo de encontrarse en medio de un exótico sitio y observar hacia arriba para percibir la luz exterior, llena de emoción el espíritu de cualquier viajero. Por fortuna no es un lugar de alta frecuencia de turistas, eso lo hace más apacible, ideal para contemplar y meditar. El visitante no debe resistirse al encanto de tomar excelentes fotografías o hacer videos.
Si bien caminar y mirar cuánto más se pueda puede ser un programa de unas dos horas o algo más, a veces el tiempo pasa volando y sin advertirlo, debe regresar cuando los guías lo sugieran si ha transcurrido un tiempo mayor. La belleza del cañón es inigualable. Sueño para muchos, en especial para los fotógrafos. En realidad en la región existen dos cañones, el Cañón Antíope Superior y el Cañón Antelope Inferior, ubicados a ambos lados de la ruta 98. Como el Cañón Superior y el Inferior son muy parecidos, basta con ir sólo a uno de ellos. Un cartel aparece informando sobre las atracciones que se ofrecen al turista.
Es conveniente alojarse en hoteles de Page, baratos y cómodos. Desde ellos parten excursiones previamente programadas. Navajo Tour es una de las agencias organizadoras y sus servicios bastante eficientes, pero hay otras empresas dedicadas a lo mismo.
Finalmente, es recomendable planear bien esta odisea. na opción para el desplazamiento es alquilando un vehículo, existen empresas de Rentacars y están disponibles en Internet con todas las condiciones y precios. Recorrer el oeste americano en carro es muy cómodo y agradable, además organiza los tiempos de viaje.