Los Guerreros de Terracota en China
China es una nación que posee larga tradición cultural y material. Es quizá de las más antiguas. El carácter legendario y la mitología que se ha tejido alrededor de su vida cotidiana, se representa a través de múltiples obras entre las cuales se destacan los Guerreros de Terracota, valiosa colección calculada en 7.000 figuras de guerreros y caballos en actitud bélica, de tamaño real, que fueron enterradas en un lugar cercano al palacio del autoproclamado primer emperador de China Qin Shi Huang que perteneció a la Dinastía Qin, en los años 210-209 a. C.
La idea de enterrar las estatuas a kilómetro y medio al este de la tumba de Qin Shi Huang, surge como mecanismo de defensa del imperio, pues de esa forma el emperador seguiría teniendo el mando absoluto sobre las tropas. Estas bellas figuras del ejército chino fabricadas en terracota, presentan las características de la disciplina militar, en perfecta formación y dispuestas para una batalla. Los tres fosos tienen entre 4 y 8 metros de profundidad. Han sido excavados y se ha construido un hangar en las ruinas, llamado Museo del Ejército de Guerreros.
El primer foso fue descubierto en 1974 de forma casual. En la zona se habían encontrado ya algunos restos a los que no se les había dado demasiada importancia hasta que la noticia del hallazgo del nuevo foso llegó a oídos de un arqueólogo que inició la excavación. El foso tiene una superficie de 200 metros por 60 y contiene más de 6.000 guerreros, algunos de ellos aún por desenterrar. Las figuras son a tamaño natural: miden 1.80 metros de altura y están equipados con armaduras fabricadas también con terracota. La fosa se abrió al público en 1979. Cada una de las figuras tiene rasgos y características diferentes: bigotes, peinados, jóvenes, viejos, rasgos de etnias diferentes.
Las cabezas y las manos se moldeaban aparte y luego se añadían a los cuerpos. Los uniformes reflejan los rangos militares a los que pertenecen. Cada soldado llevaba un arma: arcos, lanzas, espadas, etc. Tras la caída de la dinastía Qin, los campesinos saquearon la tumba y robaron estas armas. Las figuras son de colores vivos y brillantes, pero este color se pierde apenas a las cinco horas de exposición al aire, debido a la oxidación. Se está buscando una técnica que permita mantener los colores originales; por el momento, se ha pospuesto la excavación de nuevos guerreros. La segunda fosa abierta al público contiene 69 figuras y es conocida como “la fosa de los generales”. Se cree que representa al estado mayor del ejército. También son visibles las figuras de cuatro caballos. La última fosa contiene unos 1.000 guerreros, muchos de ellos sin restaurar.
El mausoleo de Qinshihuang, primer emperador de la Dinastía Qin, es uno de los mayores del mundo en su género, de estructura singular y contenido más rico. De ese sepulcro monumental forma parte el foso donde se encuentran los guerreros y corceles de terracota, cuya fama rivaliza con la de las pirámides de Egipto. La construcción comenzó poco después de que culminara la unificación del país. Las obras requirieron la participación de 700 mil súbditos y se prolongaron durante 40 años. El mausoleo se levanta en la montaña Lishan, en las afueras de Xian, capital de la provincia de Shanxi. Su recinto mide 56 kilómetros cuadrados y la planta es casi cuadrangular. La base tiene una longitud de 350 metros, una anchura de 345 y una altura de 76. En su conjunto, el mausoleo presenta forma de pirámide. Entre las fosas hay la de los carruajes y caballos, que representan los usados por Qinshihuang, la de las cuadras que simbolizan las caballerizas de la corte, así como la célebre fosa en la que fueron enterrados miles de guerreros y corceles de terracota.
El ejército de guerreros y corceles de terracota, considerado la octava maravilla del mundo, se descubrió por casualidad. En 1974, mientras unos lugareños estaban excavando pozos, desenterraron varios fragmentos de cerámica, hecho al que no dieron mayor importancia. Pero cuando se disponían a botarlos, llegó un especialista en protección de reliquias culturales. Tras examinar los fragmentos de cerámica, comprendió que se trataba de un hallazgo muy importante e informó de inmediato al buró distrital de reliquias culturales. Fue así como el antiguo ejército de terracota logró salir a la luz y asombrar a todo el mundo. Hasta la fecha se han desenterrado 500 guerreros, 18 carros de combate de madera y más de 100 caballos.
Las facciones de los guerreros, cuya altura es de 1.8 metros, llaman la atención por su diversidad y naturalidad, cualidades que muestran el alto nivel alcanzado por la escultura china en tiempos de la Dinastía Qin. Los guerreros y corceles han cautivado a gentes de todo el mundo. Todos los años un gran número de turistas extranjeros de muy diversa procedencia recorren grandes distancias con el único propósito de contemplarlos.
En los últimos años, en las fosas se han hallado unos 50 mil objetos de considerable valor. Entre ellos se destaca el carruaje de bronce tirado por caballos descubierto en 1980, una pieza ciertamente excepcional. El carruaje y los caballos con sus cascos son de oro y plata. Al cotejar esos hallazgos con documentos históricos, se comprueba que el mausoleo de Qinshihuang es representativo de su época. Como reconocimiento al inapreciable valor histórico, la Unesco aprobó la inclusión del mausoleo de Qinshihuang y los guerreros y corceles de terracota, en su Patrimonio Mundial.