Chile: Los antiguos habitantes de Rapa Nui sobrevivieron bebiendo agua salobre
Un estudio sostiene que el agua subterránea que manaba en la costa de la Isla de Pascua era utilizada como agua potable por los antiguos habitantes de la isla, y que los monumentos de la sociedad rapanui están ubicados precisamente en los lugares donde esa agua dulce estaba disponible
Rapa Nui, la Isla de Pascua, retirada en medio del océano Pacífico, a más de 3.500 kilómetros de la costa de Chile, país al que pertenece la isla, posee una verdad arqueológica: centenares de moáis, increíbles estatuas talladas en roca volcánica por los antiguos habitantes de la isla en representación de los líderes o antepasados difuntos. Una evidencia arqueológica, pero muchos misterios: ¿cómo fueron construidas esas estatuas y cómo fueron trasladadas y distribuidas por toda la isla? Una incógnita que conduce a nuevas incógnitas: ¿cuántas personas vivieron en la isla en su apogeo y de dónde obtenían el agua potable? La sociedad rapanui no pudo haber florecido sin un sustento básico como el agua. «Sabemos, por los relatos de los primeros exploradores europeos [quienes descubrieron la isla en el siglo XVIII], que los habitantes de Rapa Nui utilizaron agua salobre [que contiene sal] potable. Más allá de esto, no se sabe casi nada sobre los recursos hídricos en la prehistoria», afirman los autores de un estudio reciente sobre el tema, publicado en Hydrogeology Journal, entre ellos Carl Lipo de la Universidad de Binghamton (Estados Unidos).
Ahu Tongariki
Ahu Tongariki es el ahu (plataforma de piedra) más grande de la Isla de Pascua. ¿Cuántos habitantes tuvo Rapa Nui? Según un estudio publicado en 2017 pudo haber sostenido a 17.500 personas en su apogeo, pero los autores del nuevo estudio, entre ellos Carl Lipo, sugieren que tuvo unos 4.000-5.000 habitantes.
Los moáis de Ahu Nau Nau
Sitio arqueológico de Ahu Nau Nau
Los moáis de playa Anakena
Los antiguos habitantes de la Isla de Pascua erigieron centenares de moáis por toda la isla: enigmáticas estatuas labradas en roca volcánica que representaban a sus líderes o a sus antepasados divinizados.
Lago situado en Rano Raraku
«Sí que es verdad que los lagos pudieron haber proporcionado agua dulce, pero para la mayoría de los habitantes isleños eso debió de suponer un día entero de desplazamientos sólo para procurar el agua. Y los isleños no tenían grandes contenedores para transportarla o almacenarla, nada de cerámica, sólo pequeñas calabazas», declara Terry Hunt, un antropólogo y arqueólogo internacionalmente reconocido, de la Universidad de Arizona.
Ahu Tahai, costa oeste
La rampa en el centro probablemente permitía acceder al lugar en el que manaban las aguas subterráneas y se mezclaban con el agua de mar.