Innovación: El campo de fútbol flotante

Unos cuantos listones de madera y clavos valieron para poner a flote el primer campo de fútbol del Panyee FC.

El fútbol es capaz de mover pasiones y romper barreras, a veces, hasta límites insospechados. En el sudoeste de Tailandia, existe una aldea muy peculiar construida sobre la bahía de Koh Panyee. Allí, poco más de un centenar de personas viven en, para y por el mar. Su actividad principal es la pesca, y hasta hace 34 años, no había más entretenimiento que echarse al agua o simplemente charlar con los vecinos.

Todo eso cambió cuando un grupo de chicos, seguramente fascinados con las jugadas de fantasía que dibujaba Maradona en el mundial de México de aquel mismo año, decidieron construir un campo de fútbol allí mismo. Recogieron clavos y listones de madera procedentes de barcos viejos y otros desechos. La estructura flotaba, pero era inestable y pequeña, la pelota se caía al agua constantemente, la superficie resbalaba y los clavos sobresalían como escarpias.

En aquella situación, era un milagro poder practicar el deporte rey. Sin embargo, un día, aquel grupo de niños se envalentonaron y participaron en un torneo de la zona llegando a semifinales sin haber competido anteriormente contra nadie más que ellos mismos. Gracias a esa gesta, hoy cuentan con un campo de fútbol profesional y en sus vitrinas tienen varios de los campeonatos juveniles del país de los últimos años.

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